Carl Ritter von Schezer |
El Dr. Carl Scherzer, salió de New Orleáns a San Juan del Norte en
Nicaragua, en barcos cargados de personas que se dirigían hacia California, a
través del Istmo centroamericano; Mr. Carl tomó la dirección Norte en Nicaragua,
cruzó éste país y se introdujo en Honduras.
A continuación les comparto un extracto de su libro, en el que narra la
visita a Yuscarán del cual podemos obtener muchos datos valiosos sobre sus
minas y tradiciones religiosas ya desaparecidas y que él pudo observar.
…. Después de cruzar la frontera desde Nicaragua, la primera Villa
encontrada fue la de Alauca. Continuamos avanzando hasta cruzar el Río Grande y
de allí hasta llegar a Yuscarán,
pueblito que se encuentra ubicado a cinco mil pies de altura; rodeado de
coníferas y con una atmósfera agradable y placentera, con la velocidad que
llevábamos, logramos arribar a las seis de la tarde, todo el ambiente climático
y la vista se parece a la parte Occidental de Europa.
Yuscarán está ubicado al final de un valle angosto y de forma oblonga.
La plaza del mercado parece ser la única en terreno plano ya que la mayoría de
las casas parece que colgasen de la falda de la montaña. Con sus paredes
blancas y con techos de teja, desde la distancia es una vista atractiva digna
de una pintura.
El Volcán de Yuscarán como es llamado, además se encuentra rodeado de
grandes montañas cuyas laderas son áridas. Yuscarán debe su fundación y su
riqueza a los tesoros encontrados bajo la tierra y no a lo que se puede
observar en su superficie, los cuales serían ideales para el cultivo del
banano, caña de azúcar y palmeras.
Don Félix Serra, quien vino
hace treinta años de Barcelona, nos recibió con las mejores atenciones en su
casa. Los españoles puros son muy atentos con los extranjeros, más que con los
nativos y uno se siente cómodo en sus casas, aunque proceda del lado opuesto
del Continente Europeo.
Don Félix tiene una familia numerosa, sus hijos de
piel blanca, pelo rubio y ojos azules, contrastan claramente con los nativos de
piel oscura y pelo negro; está casado con una familiar del General Francisco
Morazán. Es uno de los grandes mineros de la zona, sin embargo una esquina de
su casa que colinda con el mercado, sirve para vender toda clase de
mercaderías, que él y su esposa atienden. Sus simpatías políticas todavía las
tiene arraigadas en Castilla, que es su país nativo y no está convencido que
España no sea lo suficiente poderosa para recuperar su poder en América.
Los constantes disturbios políticos y su relación
cercana con el General Francisco Morazán, solamente le ha ocasionado grandes
daños a su fortuna personal y está tratando de obtener legalmente cierta
compensación del Gobierno actual de Honduras, por las pérdidas sustanciales de
que fue objeto, cuando el partido de oposición estaba en el poder, sus bienes
fueron saqueados, su casa destruida, etc. Totalizando sus pérdidas en más de
cuarenta mil dólares. Ahora que su partido está en el poder, don Félix tiene
alguna esperanza de recuperar algo, pero a la vez existen grandes dudas, ya que
el gobierno es sujeto de muchos reclamos. De qué sirve dice Don Félix pertenecer
a un partido político, sacrificar sus bienes y poner en peligro su vida, si
este al llegar al poder, es incapaz de protegerlo a uno, contra una herida y
compensarlo cuando ya lo han herido. Don Félix está pensando trasladarse a
Granada, Nicaragua.
A mí me parece, que Don Félix no va a mejorar en nada
solo con cambiar de lugar ya que muy pronto volvería a estar en las mismas
circunstancias.
Algunos extranjeros radicados en este país, como
franceses e ingleses han hecho reclamos similares al Gobierno los cuales han
sido aceptados pero no pagados y esto se debe a la superioridad y a la
aparición de barcos de guerra franceses e ingleses que se pasean por los
puertos hondureños: no sería lo mismo para un infortunado alemán que no dispone
de esos fenómenos de imposición, para apoyar sus pretensiones y que sus países
apenas son representados, más que por uno u otro comerciante; no es de dudar
entonces que la oportunidad de recuperar algo seria mucho menos que la de un
nativo.
Yuscarán tiene cerca de seis mil habitantes en su
mayoría negros y zambos quienes viven directa o indirectamente de la minería.
El clima es extremadamente placentero y su temperatura según mis propias
observaciones nunca baja más de 64º F ni sube más de 76º F esto significa una
temperatura promedio de 70º F. en todo el año.
El día después de mi llegada era domingo y había celebración del Santo Patrono San José. Muy temprano en la mañana comenzó la procesión acompañada de música nativa, llevaban cargada la figura de madera de San José, completamente decorada y bajo la dirección del párroco, quien bajo un digno manto impartía órdenes de la manera de cómo conducir la procesión, sonaban campanitas, fuego de pólvora, etc; en su mayoría eran mujeres bien vestidas, con mantas finas rojas sobre sus cabezas. Yo había visto algo similar en Matagalpa, Nicaragua en la celebración de San Crispín y para mí no había ninguna diferencia con San José excepto en la vestimenta. El interior de la iglesia estaba completamente decorado con papel de colores, varios colgantes, hojas de plátano y ramas de pino en abundancia, decorando la pared típicamente. Había un excelente coro bien entrenado y con buena música alegre, punto que me hace ver la influencia negra ya que ellos son más susceptibles a la música que los nativos. En la tarde se hizo una repetición exacta que en la mañana. Pienso que este tipo de ceremonias, su resultado final es la idolatría.
Al día siguiente: Don Félix, me acompaño a varias de
las minas más prominentes de la localidad. No hay archivo de cuando estas minas
se abrieron por primera vez, pero si se sabe que la fiebre de oro y la plata,
atrajo a españoles y a otros, era imposible que esta fortuna de minerales
permaneciera más tiempo oculta en el subsuelo de Yuscarán, actualmente parece
que estas minas han sido trabajadas por siglos. Cinco minas están funcionando
en los alrededores, mas varios huecos donde varios prosectores están probando
su suerte, que en su gran mayoría obtienen más desilusiones que dólares. El año
pasado los precios del mental eran tan bajos que apenas se logró para el
transporte y el pago de los trabajadores; esto ha obligado a los especuladores
a volver a las minas abandonadas, donde se cuentan historias maravillosas de
los tesoros allí enterrados y pasados por alto: esto en lugar de abrir nuevas
minas.
Mina
El Malacate.
Mina del Santísimo Sacramento.
Es otra de las minas y es admirada no por su producción
sino por la tenacidad y empeño de su propietario el irlandés Don Jorge Collier, quien lleva 16 años
trabajándola y quien hasta hace poco cambió el sistema antiguo de tratar la
broza: “El Pateo”, sistema en el cual más de la mitad del metal se queda en el
desperdicio y no es de dudar que millones de dólares se han perdido a través de
los siglos con este método, mas la insuficiencia de agua, hace que las máquinas
no trabajen más de nueve meses. Durante los meses de enero a mayo todo el
sistema se para por la falta del precioso líquido.
Jorge Issac Collier |
La producción actual
de Yuscarán se estima en 8 mil barras de plata o $72,000 dólares. Esta plata es
llevada a Tegucigalpa o Granada en Nicaragua. La mayoría de la sal de mar que
se necesita en las minas, que son más de 200 toneladas al año, es arreada desde
las costas del Pacifico, a lomo de bestia, tardándose ocho días en promedio.
Cada animal no puede llevar más de 250 libras, el precio de este producto
puesto en la mina es de 1 Guinea.
Mr. Collier también
está casado con una sobrina de un Ex presidente de Honduras. A pesar del manejo
adecuado e introducción de varios planes económicos para mejorar sus propiedades, el señor
Collier confiesa que las minas están acabadas y que no existen los fondos y
conocimientos prácticos para abrir nuevas y que la mayoría de los mineros
apenas ganan dinero para subsistir.
Mina Monserrat.
La tercera mina
visitada en los alrededores de Yuscarán, fue la de Monserrat, que pertenece a
un Alsacio llamado Shafer. Se encuentra en la zona más alta de todas las otras,
situada en la falda de una gran montaña y acaba de comenzar sus trabajos
después de haber estado parada por ocho años. Tiene más o menos una docena de
trabajadores, pero hoy lunes que la visité no se encontraba ninguno ya que era
lunes santo y es día festivo.
Jacob Schafer |
En estos lugares no hay ninguna manera de comunicarse con los Estados vecinos ni con nadie,: no hay ni correo y si uno necesita enviar algo personal o de negocios, debe hacerlo mediante mensajero privado y tarde un mes y costaría 4 libras esterlinas….
En lo concerniente a Yuscarán,
aquí termina el relato, el viaje sigue hasta llegar a Tegucigalpa. Don
Félix Serra fue el esposo de Manuela
Morazán, hija de María Concepción Morazán hija de Juan Bautista Morazán y Ana
Manuela del Castillo su tercera esposa, vivía en la que hoy es la casa de la
familia Mondragón Cortés.
En otra oportunidad
seguiremos compartiendo las historias de los extranjeros que han hecho historia
en Yuscarán.
Publicado por en la Revista Yuscarán Ayer y Hoy, número 6 de mayo 2013
Fuente: Libro Extranjeros hacia Tegucigalpa (1857-1928), de Ramón Rosa Izaguirre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario