La familia Vigil y Cocaña
De la serie Familias Presidenciales de Yuscarán
Diego Vigil y Cocaña |
Esta familia vivió en Yuscarán varios años, fueron dueños y explotadores de tres minas en este Real de Minas, de esta familia no tenemos la certeza del nacimiento de alguno de ellos en Yuscarán pero si de su permanencia durante varios años incluso la muerte de uno de ellos. Al igual que el núcleo central de la familia, también sus descendientes la familia Zelaya Vigil vivieron durante muchos años en Yuscarán ocupando importantes puestos militares y civiles. Siendo importantes mineros y habilitadores de minas en esta ciudad de Yuscarán.
Ramón Vigil y Cocaña fue compañero de armas del General Morazán, y amigos y compañeros desde la infancia y las primeras letras en el convento San Diego de la Iglesia San Francisco de Tegucigalpa. Ramón Vigil fue codueño del ingenio Sacramento o la Suiza junto a Jorge Collier.
Diego Vigil y Cocaña Nació en la Villa de Tegucigalpa, fue Abogado y político hondureño, Jefe Supremo del Estado de Honduras del 30 de junio de 1828 al 4 de diciembre de 1829, fue Jefe Supremo de El Salvador del 1 de febrero de 1836 al 23 de mayo de 1837 y del 7 de junio de 1837 al 6 de enero de 1838 y presidente de la federación de 1838 a 1839. Acompaño al General Francisco Morazán en su exilio en Costa Rica y después de la muerte de Morazán se radica en Nicaragua donde falleció el 10 de enero de 1845 en la ciudad de Granada.
Andrés Vigil y Cocaña fue codueño de las minas "La Guadalupe", "La Trinidad" y "La Soledad" en el partido de Cedros; En Yuscarán codueño junto a su madre de las minas "Guayabillas", "El Plomo" y "Quemazones"
Manuel Vigil y Cocaña, murió en Yuscarán el 30 de noviembre de 1839 siendo un joven soltero.
Don José Antonio Vigil y Cocaña Nació en Tegucigalpa el 5 de enero de 1820. Se casa con María Josefa Molina y tienen por hija a María Rosenda Vigil Molina que nació en Tegucigalpa el 8 de abril de 1850, se presento en Tegucigalpa el año 1861 a solicitar los bienes de su madre. Junto a Jorge Collier en 1886 eran dueños de la Mina Monserrat.
Publicado en la Revista "Yuscaran, Ayer y Hoy" numero 9 agosto 2013
Publicado en la Revista "Yuscaran, Ayer y Hoy" numero 9 agosto 2013
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General Inocente Triminio OsorioGeneral Inocente Triminio |
Nació en Yuscarán el 14 de febrero de 1889. Hijo de Pedro Triminio y Castula Osorio fue su padrino Benito Rodríguez, hermano del también Coronel Pedro Triminio. Los primeros dos años de educación primaria los hizo en Yuscarán y el resto en la Escuela No. 1 de la ciudad de Tegucigalpa. La secundaria 1ro y 2do curso en el Instituto Nacional dirigido por don Pedro Nufio. En 1904, pasó a la Escuela de Cadetes fundada por el General don Manuel Bonilla, dirigida por don Luis Segundo Oyarzún. El 30 de enero de 1908 fue graduado de Alférez e Instructor del Ejército. Posteriormente fue ascendido a Capitán el 7 de agosto del mismo año a Capitán Mayor.
El 3 de noviembre de 1910 fue ascendido a Mayor. El 6 de septiembre de 1919 a Teniente Coronel y el 10 de septiembre del mismo año a Coronel. Ascenso ratificado hasta el año de 1923 con el siguiente gobierno.
El 8 de febrero de 1924, fue ascendido a su grado máximo de General de Brigada, por aclamación de las tropas revolucionarias y aplicando la constitución de 1894. Ascenso que fue aprobado por el jefe Ejecutivo General Tiburcio Carias Andino.
Ocupo los cargos de Instructor y Secretario de la Comandancia de Armas de Nacaome, en 1908; Instructor y capitán de la compañía de Nacaome; en el mismo año Mayor de la Plaza de Marcala en 1909. Siempre el mismo año fue Comandante Local de Utila. Segundo Jefe de la Plana Mayor Presidencial; Segundo Jefe Expedicionario de El Paraíso y Olancho en 1911. Mayor de plaza de Nacaome en 1913, Mayor de plaza de Choluteca en 1916. Jefe expedicionario de El Paraíso en 1917. En 1918 Comandante Seccional de Cedros, plaza ésta que fue atacada por los revolucionarios el 29 de julio de 1919. Primer jefe del primer Batallón que operó en el oriente de la republica, en agosto del mismo año. El 30 de enero de 1924 comenzó la revolución en Tegucigalpa encabezada por el General Tiburcio Carias Andino y el General Inocente Triminio, organizó su tropa en el Barrio Viera con un número regular de 300 hombres.
En 1924 comandante y gobernador Político hasta febrero de 1925 del departamento de El Paraíso. Seguidamente fue jefe de la Primera Zona Militar de Honduras con asiento en Choluteca e inspector Regional del Ejército en la misma zona.
El 2 de marzo de 1933 fue nombrado colaborador del Ministerio de Guerra y Aviación. El 23 de marzo de 1949. Comandante seccional de Amapala hasta el 13 de abril de 1955, fungiendo en cargos militares un total de 39 años consecutivos. Fue diputado por el Departamento de El Paraíso en 1936 y junto a su hermano Pedro Triminio diputado por el departamento de Tegucigalpa en el mismo congreso.
Fuente: Eliseo Romero, Monografía de Yuscarán, 1969
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 9 septiembre 2013
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 9 septiembre 2013
General Pedro Francisco Triminio Osorio
Pedro Francisco Triminio Osorio baluarte ciudadano, nació en la ciudad de Yuscarán, el 21 de octubre de 1895. Fueron sus padres don Pedro Triminio y su madre la abnegada Doña Castula Osorio Banegas.
En 1924 fue comandante Local en el pueblo de Talanga; y en ese mismo año desempeño el cargo de Mayor de Plaza en el departamento de Francisco Morazán. A continuación Jefe Expedicionario de los departamentos de El Paraíso, Choluteca, Comayagua, Valle, Intibucá y Gracias.
En la revolución de 1924 siendo entonces Coronel formo parte del ejército de Oriente junto a su hermano José Inocente Triminio.
A comienzos de 1926 fue Jefe de la Plana Mayor Presidencial, y de la Guardia de Honor Presidencial, durante la administración del Dr. Miguel Paz Barahona.
En 1930 Diputado al congreso Nacional por el departamento de Francisco Morazán. Logrando ser reelecto en su cargo durante varios periodos consecutivos hasta 1954.
En 1931 fue Alcalde Municipal de Tegucigalpa. En 1933 fue Jefe Encargado de Guardia de Honor Presidencial y Jefe de la Fuerza Extraordinaria, siempre de Casa Presidencial.
En 1956 fue nombrado Jefe Expedicionario en Choluteca, departamento de El Paraíso y en Olancho, con motivo de las controversias de limites Honduro-Nicaraguense. Muy notorio es decir que fue presidente del Comité Departamental del Partido Nacional, desde 1929 hasta 1948. En 1969 era miembro consultivo del Partido Nacional de Honduras.
Al ascender a la Presidencia Carías Andino, en su primer período coloca en la Comandancia de Armas de Tegucigalpa, al General Pedro F. Triminio Junto a su hermano forma parte de los diputados que establecieron la Constitución de 1936.
El 8 de diciembre de 1939 presento al congreso junto a otros diputados una exposición de motivos con el propósito de ratificar una vez más a carias en el poder.
Fue apresado en el año 1961 estando en su bufete, esto por las medidas tomadas contra nacionalistas en torno a la Masacre de los Laureles.
Fuente: Eliseo Romero, Monografía de la ciudad de Yuscarán, 1969
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" número 9 septiembre 2013
Nació el 27 de julio de 1862 en el pueblo de Orica, Depto. de Francisco Morazán, Egresado de la escuela de Cadetes que fundó el gobierno del General Luis Bográn.
En diciembre de 1883, fue nombrado Comandante Local de Distrito de Cedros, tomó posesión el 9 de enero de 1884. En marzo de 1885 fue llamado a Tegucigalpa para tomar parte de la campaña cuando Justo Rufino Barrios proclama la unión de Centroamérica. Concluida esta campaña, volvió a su puesto de comandante de dicho distrito. En 1886 fue nombrado comandante local de mineral de San Juancito, desempeño dicho cargo por seis meses.
A finales de 1886 fue nombrado comandante local del distrito de Yuscarán, puesto que desempeñó por varios años, en la administración de Bogaran y Leiva. En esta misma administración estuvo de Jefe del distrito de Danlí. En 1892 desempeño por 6 meses una inspectoría de Policía del departamento de El Paraíso. A finales de 1892 fue nombrada comandante principal del Puerto de la Ceiba; permaneciendo en dicho puesto 6 meses. En el mismo año de 1892, figuró de alta como coronel del Estado Mayor del Presidente Domingo Vásquez. En éste mismo año fue nombrado Jefe Expedicionario en el departamento de El Paraíso. A finales de la administración Sierra estuvo de comandante de Armas en Danlí, desempeñando dicho cargo entre 3 y 4 meses, inmediatamente después de éste y por acuerdo del Jefe de las Fuerzas Revolucionarias de Oriente General Miguel R. Davila, fue nombrado Comandante de Armas y Gobernador Político del departamento de El Paraíso, en cuyo puesto permaneció durante la Admon. del general Bonilla.
En 1907 fue nombrado comandante de Armas del Puerto de Tela, permaneciendo mes y medio de donde pasó a la Ceiba en expedición, en éste puerto asumió la Comandancia y Gobernación en virtud de haber abandonado dicha Plaza el Coronel Ciriaco Padilla, quien desempeñaba dichos puestos tocándole entregar la plaza a las fuerzas nicaragüenses que invadieron aquel litoral a la caída del general Dávila que ocupaba la presidencia, y por orden de este estuvo en el desempeño de tales puestos hasta el 5 de abril del mismo año que entrego la Comandancia de Armas, por orden del Delegado Ejecutivo de Nicaragua al jefe de las fuerzas expedicionarias de Honduras general Luis Isaula. La gobernación la abandonó, porque se consideraba amenazado por las fuerzas que ocupaban la plaza.
Por considerar que en 1890 tomó parte a favor del gobierno durante la sublevación del general Longino Sánchez al haber tomado aquella plaza el coronel Francisco Guerrero. Tomó parte a favor del Gobierno en todas las actuaciones de armas que hubo en el departamento de El Paraíso y el de Choluteca en los años de 1893 al 1894 hasta la caída del presidente Vásquez: como puntos de combate se señalan; El Corpus, Carrizal y Las Anonas. En 1913, el general Manuel Bonilla le extendió el honroso galardón de titulo de General de Brigada.
Desde 1895 hasta 1900 estuvo emigrado en el Salvador. En 1917 fue nombrado para desalojar las tropas nicaragüenses de las Trojes; pero todo se resolvió pacíficamente.
En 1903 es famosa su participación tomándose la plaza y la iglesia de Danlí, En 1924 formo parte del Ejercito de Oriente en los inicios de la revolución de ese año, revolución en la que participo activamente.
En el barrio El Calvario de esta ciudad de Yuscarán, logró formar su hogar, con toda la modestia del caso, y uno de sus hijos fue don Gustavo Urrutia, que dio origen a otra generación de hijos entre ellos algunos ya fallecidos.
En diciembre de 1941, el General don Juan Pablo Urrutia, descendió a la tumba, después de haber cumplido eficazmente con el deber patrio y sagrado. En cuyos actos de despedida, se le rindieron homenajes y sentidos discursos entre ellos el pronunciado por don Gabriel Córdova.
Fuente : Monografia de la ciudad de Yuscaran, 1969
Publicado en Revista Yuscarán,Ayer y hoy" Número 9 de agosto 2013
Publicado en Revista Yuscarán,Ayer y hoy" Número 9 de agosto 2013
General Teofilo Cárcamo "Tencaramo"
Por Oscar W. Lezama
Personaje Originario de Jacaleapa, que por su rango ocupó buenos cargos en lo civil y en lo militar, cuenta la tradición oral de Yuscarán que don Teófilo era algo analfabeta, pero que por su posición él pretendía firmar y que en lo que apenas escribía en vez de Teófilo Cárcamo se leía “Tencaramo” por lo que popularmente se le conocía con el apodo de Tencaramo.
Anécdotas picarescas
De la tradición oral recogemos las siguientes anécdotas del General Teófilo Cárcamo.
En Yuscarán existe el cerro Grande más conocido como cerro de las Nalgas por su forma, más abajo a la orilla del Rio de los Aguacates existe un lugar conocido como Los Coyoles por la abundancia de esos árboles.
Como lo repite la historia las revueltas o revoluciones eran tan frecuentes, más que todo por asuntos políticos. Siendo Comandante de Armas don Teófilo un grupo de rebeldes merodeaba Yuscarán. Don Teófilo, por no ser muchos no le dio tanta importancia pero si se encargo de ellos sin dar parte a la superioridad, pero alguien informó del suceso a Tegucigalpa, lo que dio lugar a que se comunicaran con Don Teófilo, el mensaje decía “Informe a Brevedad si hay movimientos armados en Yuscarán” y con el folclorismo que era propio de don Teófilo contesto: “cierto me atacaron por las Nalgas, pero estoy resistiendo en los Coyoles”
Otra anécdota de este popular personaje que se destaco como elemento muy valiente.
Cuenta la tradición que en una invasión de revolucionarios provenientes de la frontera con la República de Nicaragua, Don Teófilo Salió a combatirlos, desafortunadamente no tenemos la fecha en que esto sucedió, pero se dice que Don Teófilo los repelió poniendo todo su conocimiento y valor de tal manera que a fuerza de tiros los fue obligando a retroceder, al grado que los sacó del país y mas allá de la frontera los seguía combatiéndolos, es decir en territorio nicaragüense. Este hecho provocó una protesta del Gobierno del hermano país, por lo que el congreso se vio en la necesidad de interpelar en su seno al General Teófilo Cárcamo, en los términos siguientes:
“General sus actos han estado a punto de provocar un conflicto internacional ¿Cómo es posible Coronel que no se haya dado cuenta que estaba en territorio ajeno? Y Don Teófilo contesto así: “Y yo que sé, caso que a yo me dieron plano pues” a lo que algunos congresistas dijeron “Y de que hubiera servido, sin saber leer”
En la revolución de 1924 don Teófilo Cárcamo participo del lado del Gobierno.
Familia Quezada BorjasMicaela Quezada Borjas esposa de Dionicio de Herrera
Por Lic. Hector Ramón Cortés C
Es un gusto seguir mostrándole la calidad de ciudadanos que esta Sultana de Oriente ha visto nacer en sus blancas casas de adobe y teja, familias que han formado parte de la historia nacional.
Don Dionisio de Herrera Díaz del Valle, hijo de Juan Jacinto Herrera y Paula Díaz del Valle nacido en Choluteca el 9 de octubre de 1781 era primo de don José Cecilio del Valle. Doña Micaela Josefa fue sobrina de Doña Guadalupe Quezada Borjas madre del General Francisco Morazán próceres de nuestro país y de Centroamérica.Fuentes: Archivos Parroquiales de Yuscarán (Casa Cural) y el Libro: La Batalla del Amor escrito por Litza Quintana.
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 8 de Agosto 2013
General Coronado Maradiaga
Compañero Hondureño de las luchas de Sandino
Por Lic. Hector Ramón Cortés C.General Coronado Maradiaga |
El general Augusto Cesar Sandino famoso defensor de la soberanía nicaragüense, tuvo entre sus filas a un Yuscaranense, que logro destacar entre los primeros treinta hombres más cercanos a el y que permanecieron desde el principio. El nombre de este yuscaranense es Coronado Maradiaga.
El general Coronado Maradiaga, nació, conforme el relato del mismo Sandino, en Yuscarán, Honduras. Siguió al General Sandino desde las minas de San Albino (Norte de Nicaragua), cuando fue a buscar armas a Puerto Cabezas, Maradiaga se quedó como Jefe del primer pelotón en El Chipote, lugar que él descubrió y fue el principal campamento.
El propio general Sandino escribe: “Me gustaría mucho que los que principiaron llenándose de gloria tener yo el honor de presentarlos al fin de la jornada”, dijo el General Augusto C. Sandino de los primeros treinta hombres que iniciaron la lucha en defensa de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
Un libro de actas de extraordinario valor histórico, conserva esos treinta nombres, con la firma y sello del “General de Hombres Libres”, como lo llamó el intelectual francés Henry Barbusse. Es uno de los documentos que expone el Centro de Historia Militar del Ejército de Nicaragua.
General Coronado Maradiaga
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Carta de Santidino a Los generales Montoya, Galeano y Maradiaga
General Montoya, Galeano y Maradiaga
Santa Rosa.
Estimados compañeros, deseo que cuando esta sea sus manos, estén buenas.
Les envío esos echulos que me he hecho respecto a nuestra actual situación y hoy en tarde los espero a todas las columnas y si Colindres no está ahi, mandele orden que él quede en San Pedro esperando ordenes de este cuartel. No hay novedad. Se vienen después de las 3 de la tarde.
Patria y Libertad,
Firma. Agusto Cesar Sandino
Firma. Agusto Cesar Sandino
También existe otra carta escrita por nuestro compatriota Coronado Maradiaga, enviada el 11 de enero de 1928 a Tomas Méndez, que literalmente dice:
Carta enviada por el General Maradiaga
El Chipote. 11 de enero 1928. Lt. .
Tomás Méndez, La Mojada Estimado compañero y amigo: He recibido su carta diciendo que no puede encontrar un lugar para obtener la sal a la comida de las personas bajo su mando, y que desea que proporcione a usted. He aquí, sin sal, estamos comiendo la carne sin sal, porque no ha sido posible obtener ninguna para nosotros, porque el enemigo está enfrente, y esa es la razón por la que nadie trae nada para nosotros, pero sé paciente y cuando que tengamos alguna enviaremos a algunos a usted. Saludo a usted y sus compañeros, Patria y Libertad
Firma Coronado Maradiaga
Tomás Méndez, La Mojada Estimado compañero y amigo: He recibido su carta diciendo que no puede encontrar un lugar para obtener la sal a la comida de las personas bajo su mando, y que desea que proporcione a usted. He aquí, sin sal, estamos comiendo la carne sin sal, porque no ha sido posible obtener ninguna para nosotros, porque el enemigo está enfrente, y esa es la razón por la que nadie trae nada para nosotros, pero sé paciente y cuando que tengamos alguna enviaremos a algunos a usted. Saludo a usted y sus compañeros, Patria y Libertad
Firma Coronado Maradiaga
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 8 de Agosto 2013
Don Arturo Cortes Urrutia
Por Lic. Hector Ramón Cortés Cáceres}
Estudio Mecánica en la Escuela Nacional de Aviación en Tegucigalpa, luego estudio por correspondencia con una escuela de Estados Unidos logrando sobresalir como uno de los mejores alumnos a nivel Centroamericano.
Un ingenioso mecánico.
En 1958 empezó a trabajar con su cuñado y amigo Ramón Héctor Mondragón futuro heredero de la Destilería El Buen Gusto, fabricante del afamado Aguardiente Yuscarán que en ese tiempo era dirigida aun por Doña María Mondragón. En esta fábrica se desempeñó como Mecánico formando parte del personal de confianza junto a su hermano Roberto durante muchos años hasta inicios del presente siglo. Fue ahí donde dio rienda suelta a su creatividad e ingenio. Apoyado siempre por la familia Mondragón Cortés y su cercana hermana Ángela esposa de Don Ramón Héctor Mondragón.
Don Arturo en el desfile del Centenario de Yuscaran como Cabecera departamental de El Paraiso, año 1969 |
Un servidor incansable
Militó en el Partido Nacional de Honduras con el que tuvo la oportunidad de ser elegido alcalde en el periodo 1968-1971, siguiendo los pasos de su padre Don Camilo Cortes Sevilla que fue alcalde en los años 1921-1924, 1930-1932,1936 y 1955. Miembro del Club de Leones de Yuscarán y durante muchos años miembro del Patronato pro mejoramiento de Yuscarán y del Comité de Festejos.
Fue el precursor de la proyección de películas en la ciudad de Yuscarán cuando con su propio proyector monto un cine en el que deleitaba a pequeños y grandes con lo mejor del séptimo arte.
Junto a sus hermanos Camilo, Roberto, Ramón, Donato y Guillermo formaban un grupo musical que por muchos años amenizaba la feria y las fiestas de fin de año de Yuscarán, fiestas a las que asistían sus hermanas Gregoria, Julia y Angela. Fue así que también construyó una marimba con su tenor llamada "Maderas Hondureñas" misma que llegó a ver los umbrales del presente siglo.
Creador de los famosos atributos de Yuscarán
Cada año durante el mes de diciembre los habitantes de Yuscarán esperaban con ansias la aparición pública del Atributo a la virgen de Concepción que durante muchos días y meses preparaba con entusiasmo y dedicación. En esta labor siempre fue apoyado por el grupo de
empleados a su cargo que fueron como sus hermanos Toto, Balin, Conchito Romero y en los últimos años su hijo Arturo y Mercy. Con ellos realizó también muchos atributos para la procesión de San Martin, patrono de la fábrica de Aguardiente Yuscarán, procesión que aun se realiza el día 13 de diciembre durante la feria patronal de Yuscarán.
Don Arturo y dos de sus atributos |
Sus atributos fueron el deleite de la feria patronal y varios de ellos como La Estrella fue trasladada al cercano municipio de Potrerillos, llevada ahí por Don Manuel Lezama Colindres en pago de una promesa por la salud de su hijo Oscar alrededor de 1970 donde aún se conserva. Otros atributos como Los Peces y las Golondrinas fueron llevados a la ciudad de Comayagua.
Creador de la tradición de los Gigantes de Yuscarán
Fue el creador de la primera pareja de Gigantes de Yuscarán, pareja que hizo su primera aparición en 1980 durante el primer Festival del Mango. Posteriormente se convierte en una tradición el desfile de los gigantes la noche del 12 de diciembre acompañando el desfile de antorchas. A los gigantes posteriormente se les agregaron los Enanos o Cabezones, también de su autoría.
Monumentos y Nacimientos
Durante la semana santa también hacia alarde de su creatividad al preparar el Monumento utilizado el Jueves Santo para la exposición del Santísimo, para lo que construía especiales obras de arte y devoción. Para la misma época construyó la cruz de hierro que aun se utiliza en la estación del viacrucis de su casa de habitación.
Nacimiento mecanico realizado por Don Arturo en los años 70 |
Para la campaña del presidenciable nacionalista Oswaldo Ramos Soto a quien le denominaban La Locomotora, sacó su arraigado nacionalismo y construyó una locomotora que era utilizada en la campaña del Partido Nacional.
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Presidente de Honduras Vicente Mejia Colindres |
Por Lic. Hector Ramón Cortés
Es un gusto seguir proporcionándoles a nuestros conciudadanos la historia de las familias oriundas de Yuscarán de cuyas entrañas nacieron ilustres presidentes de la República o Primeras Damas. Con la familia Colindres ya son cuatro las familias que hemos compartido: La familia Guardiola Arbizú, La Familia Morazán, La Familia Bográn y hoy la familia Colindres. Y nos restan cuatro familias presidenciales más.
Es un gusto seguir proporcionándoles a nuestros conciudadanos la historia de las familias oriundas de Yuscarán de cuyas entrañas nacieron ilustres presidentes de la República o Primeras Damas. Con la familia Colindres ya son cuatro las familias que hemos compartido: La familia Guardiola Arbizú, La Familia Morazán, La Familia Bográn y hoy la familia Colindres. Y nos restan cuatro familias presidenciales más.
La Familia Colindres es una de las familias que ha permanecido en Yuscarán desde su poblamiento en las primeras décadas de los 1700 hasta la actualidad, como se pude comprobar en los archivos parroquiales de esta ciudad. Del seno de esta familia han salido ciudadanos destacados, funcionarios municipales, diplomáticos, ministros, poetas y presidentes de la república.
A principios de los años 1800 se casaron en Yuscarán José Antonio Fortín y Doña Bernardina Guevara española, de este matrimonio nacen Simón, Antonio, Eusebio, Esteban, Ancelma, María Salome y Vicente. Como se puede observar en el censo de 1820 levantado por Don José Sotero Verde.
Años más tarde María Salome Fortín Guevara se casa con Pedro Antonio Colindres, de este matrimonio nacen Angel Marcial, José Daniel, José María, Ana Joaquina, María Manuela y Juana Evangelista todos Colindes Fortín.
Ana Joaquina nacida el 16 de julio de 1829 y Juana Evangelista nacida el 24 de julio de 1840 en Yuscarán emigran hacia la Esperanza Intibuca aproximadamente a mediados de siglo.
Ya en la Esperanza Juana Colindres Fortín se casa con Vicente Mejía Velásquez y de ese matrimonio nace en 1878 Vicente Mejía Colindres quien llega a ser el presidente número 37 en la historia de Honduras desde el 1 de febrero de 1929 hasta el 1 de febrero de 1933. Don Vicente Mejía Velásquez se casa por segunda vez con Lucia Nieto.
Ana Joaquina se casa en la ciudad de Comayagua con Paulino Nieto que fue ministro de Gobernación y Relaciones Exteriores de Honduras en el gobierno del presidente José Santos Guardiola.
Fuentes: Archivos Parroquiales de Yuscarán, Archivo Casa Fortín, y el Censo del año 1820.
Fuentes: Archivos Parroquiales de Yuscarán, Archivo Casa Fortín, y el Censo del año 1820.
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 7 del mes de junio 2013
Don Santiago Moncada, Minero y Comerciante
Por Dina Cora Sánchez Irías(Extracto) Publicado en Diario La Tribuna el 28 de agosto de 2011
Don Santiago Moncada |
Ganadero, comerciante, minero y político, nació en el mineral de San José de Yuscarán en 1835. Propietario de la mina El Zapote y El Machetero, dueño de la hacienda de Sabana Redonda y “El Chichicaste” en Jamastrán, Danlí. Tenía instalada su tienda de negocios frente a la plaza, costado noroeste de la iglesia parroquial. Calificado como capitalista de primera clase para todos los asuntos relacionados con empréstitos voluntarios y forzosos. Regidor y alcalde de Yuscarán. Socio comercial con Castulo, Alecio y Daniel Fortín en negocios de importaciones y habilitaciones mineras. Contribuyente en todas las actividades de fomento a la educación y el hospital de esa ciudad. Participó en la Convención de Santa Bárbara que organizó el Partido Nacional de Honduras. La muerte le sorprendió lejos de su querida patria y sus restos descansan en el cementerio general de la ciudad de Ocotal, Nicaragua. Cuando analizamos su trayectoria personal podemos concluir que Santiago Moncada fue verdaderamente un ciudadano emprendedor, con una iniciativa para los negocios fuera de serie.
Un hombre extraordinario. Casado con María Magdalena Jereda, originaria de Yuscarán, quien nació un 18 de enero de 1835 y su madrina de bautismo fue Raymunda Moncada. Hija natural de Concepción Moncada Flores (1811-1893) y Nieves Jereda. Sus abuelos paternos, Juan Miguel Moncada y Joaquina Flores. María Magdalena fue bisnieta de Juan Miguel Moncada y María del Rosario Ordóñez (hija de Juana Ordóñez) falleció en su ciudad natal, Yuscarán, un 26 de agosto de 1904.
Descendencia de Santiago. Santiago y Magdalena fueron padres de nueve hijos:
1. José María, su hijo mayor, no tuvo descendencia, y conforme a los datos censales falleció a una temprana edad.
2. Francisco Ramón, nació el 24 de agosto de 1859, siendo su padrino el conocido capitalista Daniel Fortín. Casado con Josefina Rodríguez (1873-1912). Fueron sus hijos: Carlos, Isabel, Ricardo, Mercedes y Félix Moncada Rodríguez. Electo Alcalde de Yuscarán para el año de 1900. Un día viernes 2 de febrero de 1917 entregó su alma al Señor.
3. Raquel de Jesús, nace el 20 de octubre de 1861; siendo su madrina de bautismo Teresa Leiva. Casada con el ciudadano alemán Otto Huske. Por las actividades profesionales de su esposo residió en Tehuantepec, México. Madre de Otto y Guillermo Huske Moncada. No se sabe cuándo muere, ni dónde están enterrados sus restos.
5. María Magdalena, nació el 25 de junio de 1868 y falleció el 29 de diciembre de ese mismo año, a la tierna edad de seis meses.
6. Santiago nació alrededor de 1870. Casado con Teresa Rojas. Fue padre de José León (1896-1934), Justino (1909), José Ángel (1913-1935), María Marcos (1914-2005), Magdalena (1917), Isabel y Jesús. Su hija María Marcos Moncada Rojas, vivió casi toda su vida en el valle de Jamastrán en la aldea El Chichicaste. Santiago muere un 28 de diciembre de 1929 a las seis de la mañana en su casa de habitación, cita en la aldea de Sabana Redonda a la edad de cincuenta y ocho años.
7. Carlos Federico, nace alrededor de 1872, no sabemos cuando salió de Yuscarán, pero gran parte de su vida la vivió en Danlí y que allí se casó con Susana Castillo López (1878-1968), originaria de Estelí, Nicaragua. Son padres de Carlos (1912-1963) casado con María García (1930-1990) y sus hijos Carlos, Gloria que vive en Tegucigalpa, y Yolanda que reside en Los Ángeles, California. Haydee, falleció a la tierna edad de 23 meses, el 17 de julio de 1917 y sus restos están en Yuscarán. Francisco José (1916-2008), casado con Estela Valenzuela Ubeda (1916-1981).
8. León Leónidas, nació en la ciudad de Yuscarán en 1875.
8. León Leónidas, nació en la ciudad de Yuscarán en 1875.
No disponemos de datos de cuando emigró a León, Nicaragua. Casado con Joaquina Soto (1880-1961), hija de Rafael Soto y Fermina Somarraba. León Leónidas es padre de Rafael (1905-1980), Leónidas (1907) y Alicia Moncada Soto, quien nació el 5 de abril de 1910 y casada con el doctor y catedrático de la Universidad de León, Emilio Santiago Rubí (1903-1964). La descendencia Moncada Soto son: Emilio José, Martha Esmeralda, Juan Rafael, Roberto José, Claudio Agustín y Alicia María. Esta vivió durante algún tiempo en Danlí junto a su esposo Ramón Lovo Moncada, originario de Ocotal, Nicaragua. Falleció Alicia María Moncada Soto el 10 de agosto de 1999.
9. Adán Moncada Jereda, nace en Yuscarán el 4 de marzo de 1881. Realizó sus estudios de Bachillerato en el instituto del pueblo natal. Antes de viajar a la Universidad de León, Nicaragua, a realizar estudios de Medicina ya es padre de su primera hija Eva Cáceres con Mercedes Cáceres. Durante su permanencia en León fue padre de Porfirio Pérez, hijo de Obdulia Pérez. Al dejar sus estudios se traslada a vivir a la ciudad de Estelí, donde conoce a Juana Ancelma Irías Torres (1896-1977), originaria de Estelí e hija de Ignacio Irías y Andrea Torres. Producto de esa linda relación es Jorge Adán, quien nació el 22 de marzo de 1917 casado con Enma Esperanza Colindres Barahona. Adán Moncada Jereda, decide regresar a su país natal, pero no regresa a Yuscarán sino que se radica en el Valle de Jamastrán en la aldea El Chichicaste, propiedad que heredó de su padre.
9. Adán Moncada Jereda, nace en Yuscarán el 4 de marzo de 1881. Realizó sus estudios de Bachillerato en el instituto del pueblo natal. Antes de viajar a la Universidad de León, Nicaragua, a realizar estudios de Medicina ya es padre de su primera hija Eva Cáceres con Mercedes Cáceres. Durante su permanencia en León fue padre de Porfirio Pérez, hijo de Obdulia Pérez. Al dejar sus estudios se traslada a vivir a la ciudad de Estelí, donde conoce a Juana Ancelma Irías Torres (1896-1977), originaria de Estelí e hija de Ignacio Irías y Andrea Torres. Producto de esa linda relación es Jorge Adán, quien nació el 22 de marzo de 1917 casado con Enma Esperanza Colindres Barahona. Adán Moncada Jereda, decide regresar a su país natal, pero no regresa a Yuscarán sino que se radica en el Valle de Jamastrán en la aldea El Chichicaste, propiedad que heredó de su padre.
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy", Número 6 de Mayo 2013
Don Juan Bautista Morazán
Abuelo del General Francisco Morazán Quezada
Por Lic. Hector Ramón Cortés C.
El abuelo de Francisco Morazán fue don Juan Bautista Morazzani (cuyo apellido se españolizó Morazán). Se dice que fue bautizado en la iglesia de San Roque, en Roma (iglesia destruida posteriormente por un incendio) y que siempre profesó la religión católica. El apellido Morazzani es corso, es decir oriundo de la isla de Córcega situada en el Mediterráneo que fue cedida por los genoveses a Francia en 1768. Sin embargo, tres años antes de esta cesión, en 1765, hay constancia que el señor Don Juan Bautista Morazzani, hermano de Ángel María Morazzani, también nacido en Córcega oriundos ambos de los estados pontificios y pertenecían a la feligresía católica de la Ciudad Eterna.
Firma de abuelo del General Francisco Morazán |
Don Juan Bautista, ya con su apellido españolizado MORAZAN, se estableció en Yuscarán en 1765, en calidad de comerciante y habilitador de Minas (Aportador de capital para el trabajo minero), estableció en la ciudad de Yuscarán La Casa del Truco, un local comercial donde los mineros cambiaban la plata o el oro por enseres o suministros para la minería. Posteriormente don Juan Bautista cambiaba esta plata en la ciudad de Guatemala por plata amonedada es decir monedas de plata.
Antigua casa de don Juan Bautista Morazán |
Don Juan Bautista Morazán llegó a ser el hombre más rico de Yuscarán, sus posesiones incluían comercios, minas, haciendas y gran cantidad de esclavos que compraba en el mercado de esclavos de León Nicaragua.
En Yuscarán, de la entonces provincia de Comayagua, se casó en primeras nupcias con Doña Gertrudis Alemán en 1759, hija de don Francisco Antonio Alemán y hermana de doña Agueda Alemán; enlace del que nació en 1761 su hijo primogénito José Eusebio Morazán Alemán, posteriormente de este matrimonio nace en 1771 José Inés quien se dedicó al sacerdocio.
José Eusebio Morazán se casó en Tegucigalpa en el año 1791 con Guadalupe Quezada Borjas, el primer hijo de este matrimonio fue el General Francisco Morazán. La más grande figura de Centroamérica.
Volviendo a Don Juan Bautista Morazán, ya viudo se casó por segunda vez en 1773 con la también yuscaranense María Luisa Espinar hija de don Thomas Espinar y María del Carmen Carranza. De este matrimonio nacen en Yuscarán sus hijos Rita, Bernabé, Juana Josefa, Juan Miguel y Jacinto Morazán Espinar.
Su tercer matrimonio fue en 1789 con doña Ana Manuela del Castillo con quien procrea a Juan Nepomuceno y a María de la Concepción Morazán del Castillo nacidos en Yuscarán. Don Juan Bautista Morazán muere a principios de 1792, no pudiendo conocer a su nieto José Francisco quien daría gloria e inmortalidad a su apellido Morazán. En la próxima edición continuaré brindándole información de la familia Morazán es esta sultana de Oriente.
Publicado en la Revista Yuscarán, Ayer y Hoy, Numero 4, Marzo 2013
Publicado en la Revista Yuscarán, Ayer y Hoy, Numero 4, Marzo 2013
PROFESOR JUAN RAUDALES PORTILLO
El profesor Juan Raudales Portillo, nació en la ciudad
de Yuscarán, el 26 de agosto de 1871. Fueron sus padres don Albino Raudales y
doña Luisa Portillo de Raudales. Hizo sus estudios primarios en la misma ciudad
de origen, bajo la dirección de maestros empíricos, cuando se usaban medidas
disciplinarias como el encierro, la palmeta y el chilillo; cuando la enseñanza
era limitada y rutinaria. Esta escuela tuvo un cambio de frente con la
presencia en ella del profesor salvadoreño don José Antonio Ciudad-Real, el
primero que enseñara en Honduras Lecciones Sobre Objetos y Calistenia. Fue entonces cuando se vieron en aquella ciudad los
primeros destellos de una nueva Escuela, dando atractivo a la enseñanza,
haciéndola amena y agradable. En esta escuela ganó el Prof. Raudales P. el
Tercer Grado Elemental.
No había terminado la escuela del maestro Ciudad-Real,
cuando vinieron los notables educacionistas guatemaltecos don Clemente y don
Víctor Chavarría y don José Inocente Orellana, quienes organizaron en mejores
condiciones la Escuela Elemental y Superior, el Colegio de Segunda enseñanza y
una Sección Normal, en la misma ciudad de Yuscarán, allá por los años de 1884 y
1891.
El joven Raudales Portillo cursó en la Normal los
estudios de Magisterio y los de Cuarto Curso de Bachillerato, en los que supo
distinguirse por su dedicación y amor a ellos. Tuvo como compañeros de estudio
a los hoy doctores don Silverio Laínez, don Ricardo Pineda, don Jacinto R.
Rivas, al profesor don Juan Espinoza y a otros, que como el Prof. Raudales P. que
han sabido distinguirse en sus profesiones y en las diversas actividades a que
da lugar la lucha por la vida.
Dejó el Prof. Raudales P. sus estudios por causas
ajenas a su voluntad y pasó a la ciudad de Tegucigalpa el año de 1891, donde
trabajó al lado del nunca bien recordado Maestro Nufio quien era entonces
Director de la Escuela de Artes y Oficios y creemos sin duda alguna, fue el
primer organizador de dicho Centro de habilidades manuales y mecánicas y mi
biografiado desempeñaba las funciones de Inspector General y a veces como
Sub-Director del Plante aludido.
En esa época tenía el Prof. Raudales Portillo, veinte años. A pesar de tan corta edad, supo darse a respetar por el carácter recto, su don de mando y su espíritu de seriedad, cualidades éstas, que a golpe de vista lo hacen parecer como antipático, concepto que se cambia repentinamente cuando se trata al hombre, al amigo, al caballero, al Maestro; se capta simpatías, afectos, razón por la cual siempre contó con el cariño del Maestro Nufio y de cuantos lo tratan.
En esa época tenía el Prof. Raudales Portillo, veinte años. A pesar de tan corta edad, supo darse a respetar por el carácter recto, su don de mando y su espíritu de seriedad, cualidades éstas, que a golpe de vista lo hacen parecer como antipático, concepto que se cambia repentinamente cuando se trata al hombre, al amigo, al caballero, al Maestro; se capta simpatías, afectos, razón por la cual siempre contó con el cariño del Maestro Nufio y de cuantos lo tratan.
Por eso el Prof. Raudales P., se ha enorgullecido y se
enorgullece de haber atendió en su escuela y haberles preparado para sus
estudios posteriores a hombres de la talla de los doctores don Paulino
Valladares, cuya labor como periodista es conocida más allá de las fronteras
patrias; Camilo Figueroa, médico de reconocida capacidad; Ramón Valladares,
otro excelente facultativo con que contamos; Cecilio López Ponce, galeno muy
acertado; a los ingenieros Manuel y Mónico Zelaya; a los profesores: Manuel
Morazán, que en el curso de su profesión, ha hecho y hace labor meritísima;
entre otros.
En 1908, fue electo Diputado Suplente a la
Constituyente; reelecto después para el Congreso ordinario siguiente y en 1911,
fue nuevamente electo Diputado Propietario. Habiendo sometido el Poder
Ejecutivo un proyecto de reformas al Código de Instrucción Pública, en 1912,
pasó al estudio de la Comisión respectiva la que al emitir dictamen, introdujo
modificaciones; y el entonces Diputado Raudales P., no estando de acuerdo con
ambas proposiciones, echó abajo el proyecto del Ejecutivo y modificó el de la
Comisión en su mayor parte, por no decir en todo, lo que a estudios elementales
se refería. Así, pues, propuso el Plan de Estudios que quedó en categorías, y
propuso también la adición de un inciso al artículo del Código, estableciendo
las prerrogativas de que gozan actualmente los Maestros de Educación Primaria.
En 1930, volvió nuevamente a ser electo. Diputado
Propietario, y al ocupar su puesto como tal diputado, tuvo siempre fijos sus
anhelos en el porvenir de la Patria y en la de la Educación Popular, pues es de
ésta amigo incondicional: y aunque lejos ya de tan nobilísima profesión, no
pierde oportunidad de aconsejar bien a la juventud de la que también es amigo
incondicional.
Entrando ya en años, contrajo matrimonio con la
distinguida Elisa Fortín y sin vástagos sucesores, pasa a los años de su vejez,
un tanto atormentada por pertinaz enfermedad, dedicado al comercio, rodeado por
el tibio también del hogar, acariciado por el amor de su solicita compañera y
añorando los días en que, confundido con los niños, se creyó el niño también…
Modelo como hijo y como hermano; como amigo, fino,
caballeroso; como empleado público, recto, ecuánime, enmarcado en los cánones
de la ley, la justicia y la honradez; fiel cumplidor de sus obligaciones como
ciudadano; respetuoso al derecho ajeno; de vida austera, sin vicios de ninguna
clase. Tengo la firme creencia que cuando
este hombre sea herido por la Parca, se retirará del escenario de la vida, con
su conciencia tranquila, por haber sido honrado y bueno y por haber cumplido su
deber. Camilo Zelaya C., Guinope, 26 de agosto de 1939.
Por Hector Ramón Cortés C., publicado en la Revista Yuscaran Ayer y Hoy, Número 1, Diciembre 2012
Fuente: Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, Vol. No 8, año 1941
Fuente: Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, Vol. No 8, año 1941
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La madrina del General Morazán
Doña Guadalupe sufrió un alumbramiento difícil al
nacer su primogénito José Francisco, como fruto de su amor conyugal con don
Eusebio, y por eso se había retardado la cristianización del nuevo discípulo de
Cristo, pues hasta el 16 de octubre pudo efectuarse aquel acto religioso,
habiendo aquél nacido el 3 del expresado mes del año de gracia de 1792.
Nos figuramos –mentalmente- los contornos de aquella
sencilla y elocuente ceremonia de un hogar cristiano de nuestra amada Honduras,
en plena era del coloniaje extraño, en que saliendo los concurrentes de la casa
de don Antonio Pío Ortiz, situada en lo más céntrico de la naciente villa, para
cumplir así con un precepto de la Religión Católica. Y vemos, asimismo, ese
desfile por la antigua calle central que conduce a la Plaza de Armas, al rumbo
oriente de la cual, se alza la arquitectura armoniosa de la esbelta Catedral que,
como una joya maravillosa, puso en el corazón de la modesta aldebuja, la fé
arcangélica de José Simón de Zelaya; y, de pronto traspasando el umbral del
sagrado recinto, dirigiéndose la comitiva hacia el interior, se encuentra
frente al Tabernáculo, con el viejo Padre Cura don Juan Francisco Márquez, que
en ese instante alzaba hacia el cielo sus oraciones y se preparaba a cumplir
con el elevado ministerio de ofrecer el óleo, el agua y la sal al nuevo
ciudadano que iba a bautizar en aquel momento solemne que Dios había señalado.
De pronto frente a la pila bautismal que donara el
Cura y Vicario Lic. Francisco Alemán, en 1643, toma en sus brazos al infante la
noble matrona doña Gertrudis Ramírez
Vda. De Reconco, y todos los presentes en la unciosa ceremonia, se ponen en
carácter, revestidos de la reverencia que corresponde a su condición de
creyentes y de buenos católicos, y principia el acto ritual que el noble Padre
Márquez subraya, espiritualmente, con todo el fervor quizás, del presentimiento
de que aquel niño, con el correr del tiempo, llegaría a ser el máximo
representativo de su tierra y de los ideales universales de la libertad humana.
Habiendo fallecido, allá por el año de 1788, el
Capitán español don Bernardo Fernández Reconco, que fue Teniente de Alcalde
Mayor durante muchos años en el Partido de Texiguat, que era casado con doña
Gertrudis Ramírez Bonilla fue nombrado depositario de todos los bienes raíces y
muebles de aquél, don Juan Bautista Morazán, y como éste se negara por primera y segunda vez a
aceptar dicho depósito, fue apremiado por Juez competente para su aceptación,
tomando en cuenta su honorabilidad y ser el sujeto de mayores caudales, en su
época, en el mineral de San José de Yuscarán.
En 1790 se suscitó un ruidoso litigio promovido por la
viuda del Capitán Reconco, reclamándole a fuertes pérdidas al señor Morazán,
ocurridas, decía ella, en las haciendas, minas y casas de su difundo esposo; y,
para su defensa, nombró don Juan Bautista, como su apoderado a don Benito
Alemán, y se siguieron los trámites de ley, designándose un Juez comisionado
para ventilar las diligencias en Yuscarán, recayendo tal nombramiento en don
Fernando José de Avilés, y en las cuales declararon a favor del señor Morazán
varios testigos, entre ellos, don Felipe Borjas, y de conformidad en el
cuestionario presentado por el señor Morazán.
Es interesante la lectura de los escritos que se conocen acerca de este célebre asunto judicial, pues hay que tomar en cuenta que se trataba de propiedades valiosas que fueron estimadas en la cantidad de $ 83,814 pesos que en aquellos tiempos, se consideraba en el país como un enorme capital.
Es interesante la lectura de los escritos que se conocen acerca de este célebre asunto judicial, pues hay que tomar en cuenta que se trataba de propiedades valiosas que fueron estimadas en la cantidad de $ 83,814 pesos que en aquellos tiempos, se consideraba en el país como un enorme capital.
Y para el año del fallecimiento de don Juan Bautista Morazán,
ocurrido en Yuscarán, a principios de 1792, las partes litigantes habían
llegado a un feliz entendimiento, lo que se comprueba evidentemente en el hecho
de haber sido doña Gertrudis Ramírez Vda. De Reconco, la madrina del nieto
legitimo de don Juan Bautista Morazán.
Doña Gertrudis Ramírez Bonilla Vda. de Reconco,
llevaba el mismo nombre de doña Gertrudis Alemán, la primera esposa de don Juan
Bautista Morazán, o sea la abuela paterna
del General Francisco Morazán, y la cual fue hija legitima del Coronel español
don Diego Ramírez y de la esposa de éste, doña Ana María Bonilla, con quien
también procreó a don Miguel y a don Juan Francisco Ramírez, que fueron
sacerdotes y ejercieron su ministerio respectivamente en Comayagua y en
Guadalajara (México).
El Coronel Ramírez, que fue “vecino de este lugar,
hombre de toda distinción” (como se lee en la nómina de los principales vecinos
del Real de Minas de Tegucigalpa, hecha el año de 1762), cuando aquél ya había
fallecido, fue casado en primeras nupcias con doña Ignacia de Herrera Casco
Beltrán, dama de toda distinción por sus ascendentes venidos entre los
conquistadores y colonizadores españoles, y tuvo con ella, entre otros hijos, a
don Manuel Ramírez, que gozó del empleo de Teniente de Caballería de los reales
ejércitos. Doña Gertrudis Ramírez, procreó con su esposo un hijo llamado Lucas
Reconco Ramírez, y falleció en esta población el año de 1809 siendo sepultado
en el Convento de la Merced.
Y, así termina este sencillo relato, como los cuentos
clásicos en que, los protagonistas o sus descendentes, al parecer
irreconciliables, terminan sus desavenencias terrenales, dándose un abrazo
fraternal, frente a la Gracia Suprema de Dios.
Escrito por Justo Pérez, Tegucigalpa, D.C., 16 de octubre
de 1944, Publcado en la Revista Yuscaran, Ayer y Hoy por el Lic. Hector Ramón Cortés, Número 1, Diciembre 2012
Fuente: Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, 14ava Edición.
Fuente: Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, 14ava Edición.
Lucita
Luz Maria "Lucita" |
Y debe ser difícil deshacerse de los recuerdos, aunque
éstos haga tanto daño como el sufrido por esta simpática ancianita de tan sólo
80 centímetros de estatura a quien los médicos calcula unos 72 años de edad, un
estimado que no parece coincidir con la vitalidad que luce orgullosa frente a
las escasas visitas que llegan hasta este pueblo donde ella reside. Doña Francisca,
una amable matrona de 90 años que desde hace 30
se hizo cargo de cuidar a Luz, relató a LA TRIBUNA su historia allá en
el interior de su acogedora casita ubicada en la punta de un cerro en medio de
Yuscarán, una población de unos dos mil habitantes en El Paraíso. 75 kilómetros al Oriente de
Tegucigalpa. Así cuenta Panchita la vida de Luz María:
Hace unas siete u ocho
décadas nació en Candelaria, El Salvador, una pequeña con extremas
deformaciones físicas que sin esforzarse se ganó la repulsión no sólo de su
familia, sino de su madre, la mujer que cuando era una infante la regaló a su
abuela y se olvidó de su existencia. Luz María jamás vivió a saber de sus
padres. Y la vida de aquella pequeña se convirtió en la de un “cachorrito” que
pasa “regalado” de unos a otros. Cuando la generosa abuela de Luz María estaba
agonizando, la regaló a su madrina con quien la niña se hizo adolescente en
Santa Ana, El Salvador. Antes de cumplir los 16 años, aquella enanita
tuvo un terrible accidente que la dejó fracturada y su madrina se vio obligada
a ingresarla en el hospital estatal. Poco tiempo tenía la jovencita de estar
interna cuando un médico abusando de su inocencia y debilidad la violo
causándole terribles daños físicos y mentales. Luz María quedó embarazada, pero
fue retenida en el mismo escenario de aquel inhumano acto seguramente para
evitar un escándalo público, hasta que su hijo nació por una operación cesárea.
Jamás se supo el nombre del padre de su vástago.
Panchita Diaz |
Con su hijo en brazos, la
perturbada, mujercita regresó con su caritativa madrina. En el seno de aquel
lugar apenas si pudo ver crecer a su
niño antes que fuera objeto de la más angustiosa pesadilla. Luz María (ya
tendría unos 20 años) se dedicaba a hacer mandados a su madrina, una sastre que había empezado a recibir
con frecuencia, la visita de una pareja de “maromeros” que trabajaban en un
pequeño circo que había llegado al pueblo. Una tarde, cuando la joven iba a
comprar unos hilos a su madrina, fue convencida por estos “amigos” y se dejó
acompañar hasta que ellos la tomaron por la fuerza y huyeron con ella.
Luz María resultaba un buen
negocio en aquel tiempo. La gente pagaba por verla, sobre todo en las poblaciones
del interior de El Salvador y luego de Honduras, a donde vino a parar aquel par
de “payasos”. Luz María era objeto del peor trato; para aquella pareja la joven
no era humana, sino un monito gracioso que les daba para vivir y comprar
alcohol porque encima, los “patrones” de Luz eran ebrios.
Pero a Luz le quedaba aun un
hilito de vida. Ella siempre había tenido la idea fija de volver con su hijo y
probablemente esta ilusión le dio fuerzas para continuar con vida. Alguien que
la vio tendida en la calle la hizo ver por un médico, la curaron y la trajeron
a Tegucigalpa.
Panchita Díaz, una hondureña
que junto a su marido se ha dedicado al negocio de los cerdos, estaba en Tegucigalpa
cuando un señor que recuerda nada mas como Joaquín, la llamó y le preguntó si
quería llevarse un “monito”. Doña Francisca quiso saber de qué se trataba y se
encontró con Luz, para ese tiempo con 40 años de edad, aproximadamente. Cuenta
doña Panchita, que cuando ella le preguntó si quería irse para Yuscarán con su
familia, aquella enanita emocionada le dijo que si y la llamó mamá. De aquel
día a esta fecha han transcurrido ya unos treinta años.
Luz María ha vivido en el
seno de este lugar desde aquella época. Ella se dedica a hacer mandados, barre
y ayuda a Panchita en los quehaceres de la casa. Cuando le preguntamos cómo se
sentía, Luz dijo a LA TRIBUNA que “muy
tranquila”, que le gustaba estar allí, ir al mercado a comprar y estar con
Pancha, a quien aseguró querer como a una mamá.
Con una cara sonrojada, dijo que nunca se había enamorado y que le
gustaba mucho la gente. Y Luz María ha tenido su recompensa. Cuando usted venga
a Yuscarán puede comprobarlo: pregúntele a cualquiera por ella porque todos le
darán referencia y no sólo eso, le interrogan hasta irritarlo hasta que les convenza de que no quiere
hacerle ningún daño a esta simpática enanita a quien todos llama Lucita.
Pero hay algo que Luz María
nunca borró de su mente; el recuerdo de su hijo que a estas alturas debe ser
todo un hombre. Panchita dice que a pesar que ella parece sentirse bien, muchas
noches la sorprende llorando y que le dice: “Hay Pancha”, es que no puedo
olvidarme de “mijo”
Para 1969, poco antes de la
guerra entre Honduras y El Salvador, aquel muchacho llegó hasta Tegucigalpa
siguiendo el rastro que había dejado su diminuta madre. Dice Panchita que
incluso llegó hasta la casa de una de sus hijas, localizada en El Reparto, a
preguntar por su mamá y que allí le indicaron que se encontraba bien en
Yuscarán y le dieron la dirección. Pero para desgracia suya y de Luz, el
muchacho fue uno de los primeros salvadoreños capturados por la policía y
devueltos a su país cuando el conflicto llegó a agravarse. Nunca más se ha
sabido de él.
Para ese tiempo también Luz
María se llevó su susto. Su origen salvadoreño molestó a uno que otro poblador
y la policía local intentó arrancarla de aquel hogar hondureño para deshacerse
de ella. Panchita y su familia no lo permitieron y Luz siguió viviendo en esta
pintoresca casita. Ella, durante su conversación, no nos habló de su hijo, pero
a través de Panchita sabemos que su ausencia sigue haciendo daño a Luz María
quien completaría su tranquilidad si volviera a verlo. El debe encontrarse en
alguna parte de El Salvador o de Centroamérica.
Lucita murió el 16 de agosto de 1988, pero aun persiste en Yuscarán su recuerdo en la mente de muchos.
Tomado de Día 7, Diario La Tribuna, del 27 de Junio de
1987.
Recopilación e
investigación realizada por el Lic. Héctor
Ramón Cortés Cáceres
Profesor Ramón Montoya Cerrato
Cuando apenas contaba con ocho años de edad la muerte le arrebató su buena madre. Poco tiempo después de tan triste suceso su padre se trasladó con toda la familia a Danlí, donde por entonces fijó su residencia. En este último lugar continuó el niño Montoya frecuentando la escuela, con mucha irregularidad, por las dificultades que es fácil deducir, dada la falta de su madre.
Como el mal nunca anda solo, pocos años después de haber muerto la autora de sus días, y cuando iba a cumplir trece años de edad, murió también su padre, faltándole con esta nueva desgracia el único apoyo que le quedaba en el mundo. Huérfano entonces y sin recursos de ningún género se trasladó a Yuscarán, en 1889, donde había un Colegio de Segunda Enseñanza, dirigido atinadamente por el Profesor don J. Inocente Orellana distinguido pedagogo guatemalteco. Al principio tuvo dificultades para ingresar en el establecimiento, ganándose la vida mientras tanto, trabajando como aprendiz de sastre. Mas como sus deseos vehementes eran seguir una carrera literaria, insistió de nuevo logrando al fin ser admitido como alumno sirviente en el centro aludido, en el año de 1891. El Profesor Orellana lo favoreció con su cariño el cual procuró merecer, siendo atento y servicial. Se aplicó de tal manera al estudio el joven Montoya que, a pesar del tiempo que involuntariamente había perdido, alcanzó ese año un progreso notable. Un día su maestro lo llamó aparte y le dijo que el Colegio sería clausurado después de practicados los exámenes, por falta de fondos para su sostenimiento, y que él se marcharía con dirección a Guatemala; añadiendo que si él (Montoya) quería seguirlo, podía llevarlo en su compañía, propuesta generosa que al punto fue aceptada por don Ramón, lleno de júbilo y reconocimiento.
El 19 de mayo de 1899 llegó a Yuscarán y el día siguiente comenzó sus tareas en el Colegio, pues aunque el señor Director le manifestara su deseo de que concediera algún descanso, no quiso porque los alumnos habían perdido mucho tiempo y era preciso reponerlo cuanto antes.
Como había escasez de profesores, el Director le encomendó la enseñanza de siete asignaturas de las más difíciles, con el carácter de profesor interno. Aceptó de buen agrado porque tenía frescos aún los conocimientos y sobre todo, se sentía con fuerzas suficientes y mucho entusiasmo y amor hacia la profesión.
Se trasladó entonces a la capital donde encontró ocupación en la Escuela Normal de Varones. Desempeñaba en ese establecimiento el modesto cargo de Instructor Segundo cuando fue nombrado Director General de Instrucción Primaria; esto en septiembre del propio año de 1908. Estuvo en ese empleo hasta mayo de 1909 en que fue suprimida la Oficina antes dicha por razones de economía, según lo entendió el entonces Presidente de la República, General don Miguel R. Dávila.
Profesor Ramón Montoya Cerrato
Firma de Ramón Montoya C. |
Este incansable luchador de la filas del magisterio
nació en el pueblo de Jacaleapa
Departamento de El Paraíso, el 31 de agosto de 1871. Fueron sus padres
don Esteban Montoya y doña Magdalena Cerrato de Montoya, originarios, el primero de
Yuscarán y la segunda, del pueblo de Santa Lucia, departamento de
Francisco Morazán.
Cuando apenas contaba con ocho años de edad la muerte le arrebató su buena madre. Poco tiempo después de tan triste suceso su padre se trasladó con toda la familia a Danlí, donde por entonces fijó su residencia. En este último lugar continuó el niño Montoya frecuentando la escuela, con mucha irregularidad, por las dificultades que es fácil deducir, dada la falta de su madre.
Como el mal nunca anda solo, pocos años después de haber muerto la autora de sus días, y cuando iba a cumplir trece años de edad, murió también su padre, faltándole con esta nueva desgracia el único apoyo que le quedaba en el mundo. Huérfano entonces y sin recursos de ningún género se trasladó a Yuscarán, en 1889, donde había un Colegio de Segunda Enseñanza, dirigido atinadamente por el Profesor don J. Inocente Orellana distinguido pedagogo guatemalteco. Al principio tuvo dificultades para ingresar en el establecimiento, ganándose la vida mientras tanto, trabajando como aprendiz de sastre. Mas como sus deseos vehementes eran seguir una carrera literaria, insistió de nuevo logrando al fin ser admitido como alumno sirviente en el centro aludido, en el año de 1891. El Profesor Orellana lo favoreció con su cariño el cual procuró merecer, siendo atento y servicial. Se aplicó de tal manera al estudio el joven Montoya que, a pesar del tiempo que involuntariamente había perdido, alcanzó ese año un progreso notable. Un día su maestro lo llamó aparte y le dijo que el Colegio sería clausurado después de practicados los exámenes, por falta de fondos para su sostenimiento, y que él se marcharía con dirección a Guatemala; añadiendo que si él (Montoya) quería seguirlo, podía llevarlo en su compañía, propuesta generosa que al punto fue aceptada por don Ramón, lleno de júbilo y reconocimiento.
En el mes de diciembre de 1891 hicieron
el viaje de referencia, pese a no haber cursado aún toda la enseñanza primaria,
logró una beca y ese mismo día se emitió el acuerdo concediéndosele una plaza
como alumno becario en la Escuela Normal para que hiciera estudios de Maestro
de Instrucción Primaria y Complementaria. Como no tenía la preparación
suficiente pasó un año en la Complementaria, habiendo hecho en ese tiempo dos
grados que le faltaban para pasar al primer curso de estudios normales. En los
cuatro años siguientes cursó y aprobó
todas la asignaturas que la ley fijaba para obtener el título de Maestro de
Instrucción Primeria y complementaria, lo mismo que el de Graduado en CC y LL.,
que por gracia especial se le concedió,
previo al examen respectivo. Esto sucedió en noviembre de 1896.
Establecimiento
particular regentado por don Santiago de Guardiola, súbdito español. Un día de
tantos, al pasar por el Instituto, el portero le entregó un telegrama que de
Yuscarán le dirigía su antiguo maestro, el Profesor Orellana, que hacía poco
tiempo había regresado a Honduras, en el que le llamaba para que viniera a
colaborar con él en el Colegio de Yuscarán, abierto nuevamente. No pudiendo
desoír la voz del maestro, decidió volver a su solar nativo, después de cerca
de ocho años de ausencia.
El 19 de mayo de 1899 llegó a Yuscarán y el día siguiente comenzó sus tareas en el Colegio, pues aunque el señor Director le manifestara su deseo de que concediera algún descanso, no quiso porque los alumnos habían perdido mucho tiempo y era preciso reponerlo cuanto antes.
Como había escasez de profesores, el Director le encomendó la enseñanza de siete asignaturas de las más difíciles, con el carácter de profesor interno. Aceptó de buen agrado porque tenía frescos aún los conocimientos y sobre todo, se sentía con fuerzas suficientes y mucho entusiasmo y amor hacia la profesión.
El
Colegio muy pronto volvió a languidecer, siempre por la misma causa: escasez de
dinero para su sostenimiento. Después de los exámenes de fin de curso, el
Director, señor Orellana fue contratado para ir a Juticalpa a ponerse al frente
de otro establecimiento análogo y le manifestó que su deseo era que
permaneciese prestando sus servicios en el Colegio de Yuscarán, por más que
para él sería de mucho gusto que lo acompañara a su nuevo destino. Siguió don
Ramón en su querido terruño, actuando entonces como Director del Colegio el
Licenciado don Jacinto Rivas, a quien sustituyó poco tiempo después el de igual
título, don Ricardo Pineda.
Por
graves alteraciones ocurridas en la salud del Profesor Montoya, a consecuencia
del exceso de trabajo, interpuso su renuncia, la que fue aceptada. En seguida
desempeñó el cargo de Profesor de los niños del Licenciado don Gilberto Larios,
cuya familia residía en la Hacienda Colon, en el Departamento de Choluteca.
Permaneció en dicho lugar por dos períodos escolares, de 1901 a 1903.
Muy
pronto dejó de ser empleado de comercio para estar fuera de su elemento. Volvió
a su misión de maestro, tomando a su cargo la enseñanza de varios niños
pertenecientes a las familias principales, mediante contrato particular.
En
el año de 1905 se hizo cargo de la Dirección de la Escuela de Varones de la
misma ciudad de Yuscarán, cargo que desempeñó durante los años de 1905, 1906 y
1907, hasta mediados de 1908, ya que por dificultades económicas del tesoro
municipal, fue clausurada la Escuela de referencia.
Se trasladó entonces a la capital donde encontró ocupación en la Escuela Normal de Varones. Desempeñaba en ese establecimiento el modesto cargo de Instructor Segundo cuando fue nombrado Director General de Instrucción Primaria; esto en septiembre del propio año de 1908. Estuvo en ese empleo hasta mayo de 1909 en que fue suprimida la Oficina antes dicha por razones de economía, según lo entendió el entonces Presidente de la República, General don Miguel R. Dávila.
Volvió a la Normal de Varones con el nombramiento de
profesor de varias asignaturas y Secretario con funciones de Sub-Director,
empleos que tuvo hasta el año de 1915 en que dejó de ser Director el
inolvidable Maestro Don Pedro Nufio.
Teniendo el señor Montoya en sus
manos el título de Bachiller, resolvió seguir la carrera de Abogado, para lo
cual se matriculó en la Escuela de Derecho y Notariado, el año de 1897,
estudios que abandonó.
En 1917 fue designado para la
Dirección de la Escuela Normal de Varones el Doctor Don Manuel F. Barahona,
quien llamó a don Ramón para que desempeñara el cargo de Profesor de
Matemáticas, Ciencias Naturales y un
curso de Pedagogía. Esta tercera etapa de su labor en la Normal duró hasta el
31 de enero de 1921 ya que tuvo que dejar el país para fijar su residencia en
la ciudad de Guatemala. Luego, después de haber llegado a este lugar encontró
trabajo como Profesor en la Escuela Normal Central de Varones.
Durante su permanencia en la
ciudad antes dicha que, fue de ocho años, desempeñó los cargos de Profesor en
las Escuelas Normales de ambos sexos e Inspector Técnico de las Escuelas
Primarias y de los Colegios Privados de la capital chapina.
Regresó al país mediante
llamamiento que se le hizo, a principios de marzo de 1929, para que viniera a ocupar
el puesto como Vocal del consejo
Nacional de Educación Pública. En este puesto permaneció hasta el 30 de abril
de 1930. Desde esta fecha, por motivos de enfermedad, especialmente de la
vista, sin duda debido al trabajo fatigoso e incesante, se ha retirado del servicio
activo en la enseñanza, pero su espíritu de maestro se manifiesta en toda
ocasión. Nuestra Escuela, para el caso, ha recibido su acción benefactora,
obsequiándole un numeroso y magnifico lote de libros para su Biblioteca, lo
mismo que varias y valiosas muestras de minerales para el pequeño museo que
estamos formando. Por otra parte, con frecuencia nos visita y aún nos ayuda en
nuestras labores docentes, dándonos oportunos y sabios consejos que mucho le
agradecemos.
El que esto escribe tiene algo que agradecerle eternamente a don Ramón: cuando trataba de solicitar beca para hacer sus estudios en la Normal, así como el señor Orellana le indicara el camino en caso semejante, al que había de ser después abnegado maestro, él, don Ramón Montoya Cerrato, no sólo dijo a su favorecido lo que debía hacer, sino que de su propia mano escribió la solicitud respectiva.
El que esto escribe tiene algo que agradecerle eternamente a don Ramón: cuando trataba de solicitar beca para hacer sus estudios en la Normal, así como el señor Orellana le indicara el camino en caso semejante, al que había de ser después abnegado maestro, él, don Ramón Montoya Cerrato, no sólo dijo a su favorecido lo que debía hacer, sino que de su propia mano escribió la solicitud respectiva.
Y
nos cuenta, que a pesar de la difícil situación económica por que atraviesa,
tiene para obsequiar a las escuelas. ¡Hechos nobles que nos dicen de un corazón
generoso!
!Loor al Maestro que ha sacrificado su existencia en bien de la juventud! La Escuela “Alvaro Contreras” siente intima complacencia al rendirle este homenaje de simpatía y reconocimiento, honrándose a la vez al dar su nombre a una de sus aulas.
!Loor al Maestro que ha sacrificado su existencia en bien de la juventud! La Escuela “Alvaro Contreras” siente intima complacencia al rendirle este homenaje de simpatía y reconocimiento, honrándose a la vez al dar su nombre a una de sus aulas.
Martin Alvarado, Tegucigalpa, 17 de septiembre de 1933, Revista del Archivo y Biblioteca Nacionales.
Investigación y Recopilaciones Lic. Héctor Ramón Cortés Cáceres
Abogado y Notario Jacinto Rivas
Fuente consultada: Monografía de la ciudad de Yuscarán, Eliseo Romero, Año 1969.
Publicado por Lic. Hector Ramón Cortés en la Revista Yuscarán, Ayer y Hoy, Numero 4, Marzo 2013
Aquel apuesto, noble, galante y culto caballero, llamado Romain Beaugrand, se enamora pronto de la bella señorita Agustina Bonilla, perteneciente a una de las más distinguidas familias de Yuscarán. Como era de esperarse, la señorita corresponde desde luego a los requerimientos amorosos al galante caballero, cede a sus reclamos, y de esta pareja nace el fruto de sus amores: SATURNINO, a quien inmediatamente el francés no conoce por hijo, niño llamado a un gran porvenir, pues con el tiempo llegaría a General de Brigada, unionista sincero y padre de los futuros presidentes de la República General Luis Bográn y Doctor Francisco Bográn.
Otros descendientes del Coronel Romain Beaugrand. Además de Saturnino, pero ya con otra dama, también de gran distinción, llamada Ramona Plata, tuvo el señor Beaugrand varios hijos, entre ellos Nicolás Bográn, quien fue el padre de Marco Antonio Bográn, padre de doña Graciela, Elvira y el Doctor Napoleón Bográn. Otro de los hijos de don Nicolás fue don Samuel Bográn, padre del licenciado Samuel Bográn y hermanos.
Tomando en cuenta su fervor unionista, y cuando desempeñaba las funciones de comandante de Armas del Departamento de Santa Bárbara, en cuya cabecera se había radicado, fue despachado por el vice Jefe, don Diego Vigil, con un contingente de 200 hombres al Departamento de Olancho, con el propósito de restablecer el orden público, alterado en aquella región. En esta expedición halló la muerte trágica el Coronel Román Bográn, a principios del mes de noviembre de 1828, pereciendo ahogado en una laguna próxima a la hacienda Ulúa perteneciente a una familia Mejía de la ciudad de Juticalpa. Lugar que se conoce todavía con el nombre de la Laguna de Bográn.
Los padres de Saturnino se llamaban, como también ya dejamos expresado, Don Román Bográn y doña Agustina Bonilla. Saturnino contrajo matrimonio dos veces: La primera con la señorita Gertrudis Barahona, hija de Don Atiliano Barahona, un modesto y honrado carpintero de Juticalpa, de ascendencia indígena, y de la bella señorita Josefa Hilaria de Leiva, hija de españoles. De este primer matrimonio nacieron: Luis, Agustina, quien más tarde fue la honorable esposa de Don Próspero Vidaurreta Ministro de Hacienda del Presidente Ponciano Levia, en su corto segundo periodo.
Hallándose próxima a morir Doña Gertrudis, pidió a su esposo Don Saturnino que se casase con su hermana legitima señorita Saturnina Barahona, para que esta cuidase de sus hijos Luis y Agustina. Don Saturnino accedió a lo solicitado por su primera esposa, y de este matrimonio nacieron varios hijos, entre ellos Concepción (Chonita) que murió a los 12 años de edad y Francisco, probo ciudadano que más tarde fue Doctor en Medicina, graduado en Guatemala, casó con Guillermina Leiva, hija del ex presidente Leiva y fue Presidente de Honduras en calidad de Designado (5 octubre 1919 – febrero de 1920).
Fue Don Saturnino Bográn un ciudadano sobresaliente del Departamento de Santa Bárbara, poseedor de grandes virtudes cívicas y hogareñas. Desempeñó importantes cargos públicos como: Regidor Municipal de San Pedro Sula, Intendente del Departamento de Yoro, empleado que equivalía al actual Administrador de Rentas y por fin Ministro de Hacienda en el Gobierno del General Juan López, quien ejerció la Presidencia de Honduras como Designado, del 27 de abril de 1867 al 21 de noviembre de 1867, es decir, hace precisamente un siglo. Durante ese ministerio de Don Saturnino se le expidió su tercer título.
Publicado en la Revista Yuscarán Ayer y Hoy, número 6 de mayo de 2013
Investigación y Recopilaciones Lic. Héctor Ramón Cortés Cáceres
Abogado y Notario Jacinto Rivas
Veterano Maestro, Jurista, Historiador y Humanista, don
Jacinto Rivas, sobresaliente compatriota, que toda su vida la dedicó a penetrar en conocimientos encomiables
llenos de decoro; en hacer el bien y en orientar con sanos consejos a quienes a él recurrían. Es
algo importante conocer en parte su trayectoria biográfica para adentrarse en
lo útil que fue cuando sus energías físicas se lo permitieron.
Nació en Yuscarán, departamento de El Paraíso, el 16 de agosto 1873, siendo hijo del matrimonio formado por don Noé Rivas y doña Tomasa Colindres. En la época que tocó en suerte ingresar a una escuela primaria, era muy difícil, por la escases de maestros y la paupérrima situación económica que agobiaba a todo el país, pero pese a todas esas barreras, él paso su primara en el lugar de origen.
Por algunas circunstancias, después de haber aprobado con notas sobresalientes su instrucción primaria y siempre con el deseo de superación, se trasladó a la hermana República de El Salvador, donde fue ampliamente recibido por algunos amigos suyos, y dadas sus maneras amables y cordiales, se hizo de muchísimas amistades. Decidiendo enseguida ingresar a un Colegio de esa tierra cuzcatleca. Indudablemente tenía que triunfar, honrándose en formarse de Bachiller en Ciencias y Letras y Pedagogía. Abrigándole siempre el deseo, con su espíritu inquieto y su afán de superación de El Salvador, se trasladó a la hermana República de Guatemala, donde estudió Leyes y después de rendir su examen general en la máxima casa de estudios y en ceremonia especial, le fue otorgado el hermosísimo galardón que lo acredita como Abogado y Notario.
Después de una larga ausencia de nuestro país y de su ciudad Yuscarán, regreso don Jacinto, con grandes conocimientos y con grandes experiencias para ponerlas en práctica acá en nuestro terruño. Es así como daremos a conocer algunos cargos públicos, los cuales supo desempeñarlos con capacidad, honradez y buena voluntad: Gobernador Político; Director del Colegio de Segunda enseñanza de Yuscarán, Sub secretario y Encargado del Ministerio de Hacienda; Profesor del Instituto Nacional; Fiscal de la Corte Suprema de Justicia y de Apelaciones. Miembro de la Sociedad de Geografía e Historia de Honduras, colaborador de la Revista del Archivo y Biblioteca Nacional. Director de la escuela nocturna de artesanos de Yuscarán en 1897 trabajando ad honoren. Presidente de la sociedad anónima Imprenta Morazán y Director del Periódico de Yuscarán “El Eco del Paraíso”
Nació en Yuscarán, departamento de El Paraíso, el 16 de agosto 1873, siendo hijo del matrimonio formado por don Noé Rivas y doña Tomasa Colindres. En la época que tocó en suerte ingresar a una escuela primaria, era muy difícil, por la escases de maestros y la paupérrima situación económica que agobiaba a todo el país, pero pese a todas esas barreras, él paso su primara en el lugar de origen.
Por algunas circunstancias, después de haber aprobado con notas sobresalientes su instrucción primaria y siempre con el deseo de superación, se trasladó a la hermana República de El Salvador, donde fue ampliamente recibido por algunos amigos suyos, y dadas sus maneras amables y cordiales, se hizo de muchísimas amistades. Decidiendo enseguida ingresar a un Colegio de esa tierra cuzcatleca. Indudablemente tenía que triunfar, honrándose en formarse de Bachiller en Ciencias y Letras y Pedagogía. Abrigándole siempre el deseo, con su espíritu inquieto y su afán de superación de El Salvador, se trasladó a la hermana República de Guatemala, donde estudió Leyes y después de rendir su examen general en la máxima casa de estudios y en ceremonia especial, le fue otorgado el hermosísimo galardón que lo acredita como Abogado y Notario.
Después de una larga ausencia de nuestro país y de su ciudad Yuscarán, regreso don Jacinto, con grandes conocimientos y con grandes experiencias para ponerlas en práctica acá en nuestro terruño. Es así como daremos a conocer algunos cargos públicos, los cuales supo desempeñarlos con capacidad, honradez y buena voluntad: Gobernador Político; Director del Colegio de Segunda enseñanza de Yuscarán, Sub secretario y Encargado del Ministerio de Hacienda; Profesor del Instituto Nacional; Fiscal de la Corte Suprema de Justicia y de Apelaciones. Miembro de la Sociedad de Geografía e Historia de Honduras, colaborador de la Revista del Archivo y Biblioteca Nacional. Director de la escuela nocturna de artesanos de Yuscarán en 1897 trabajando ad honoren. Presidente de la sociedad anónima Imprenta Morazán y Director del Periódico de Yuscarán “El Eco del Paraíso”
Contrajo matrimonio con Francisca Córdova Serra
Morazán, habiendo procreado entre sus hijos al licenciado Roberto Rivas
Córdova, P.M. Carlos Rivas Córdova y a la honorable, doña María Luisa de Boquín.
Don Jacinto, residió en Yuscarán hasta sus últimos
días, donde vivía una vida holgada. Pese a sus avanzados años, pasaba en
constante lectura en su biblioteca privada. Don Jacinto fue un hombre ejemplar
que honra mucho a Yuscarán y por ende a toda la nación. Murió en Yuscarán el 24
de junio de 1972 a los 99 años. Descansa junto a los restos de su esposa en el
cementerio de la Familia Córdova.
Fuente consultada: Monografía de la ciudad de Yuscarán, Eliseo Romero, Año 1969.
Publicado por Lic. Hector Ramón Cortés en la Revista Yuscarán, Ayer y Hoy, Numero 4, Marzo 2013
La familia Bográn
Por Lic. Hector Ramón Cortés
Continuando con las familias presidenciales que ha procreado Yuscarán, hoy comparto con ustedes el caso de la familia Bográn de la que provienen 3 presidentes de Honduras. Lo que describo a continuación está literalmente tomado de la fuente.
Presidente Luis Bográn |
Continuando con las familias presidenciales que ha procreado Yuscarán, hoy comparto con ustedes el caso de la familia Bográn de la que provienen 3 presidentes de Honduras. Lo que describo a continuación está literalmente tomado de la fuente.
Romain Beaugrand (Román Bográn)
(Bello Grande) fue un Coronel francés, expatriado, que vino a Honduras a principios del siglo XIX, estando plenamente establecido que en 1810 ya residía en Yuscarán, porque en 1811 nació su hijo Saturnino. Procedía de la Bretaña y era hijo legítimo de D. Louis Beaugrand, noble francés.
Se cree que llegó a Honduras por la frontera de Nicaragua. Pero el anciano e ilustre Abogado y Profesor don Jacinto R. Rivas, de una edad casi centenaria, en entrevista que celebramos en su casa de habitación, sita en la ciudad de Yuscarán, el 18 de septiembre de 1966, nos refirió que se hablaba de un naufragio que hubo en el Caribe, con proximidad a las playas hondureñas y que entre los náufragos se encontraba el expresado señor Beaugrand, quien pudo arribar a la costa Atlántica de nuestro país, en donde halló familias españolas que lo entusiasmaron para venirse a Yuscarán, atraído por las ricas minas de oro que entonces se hallaban en exploración. Los vecinos de Yuscarán al conocer al “frances”, como le llamaron, hombre simpático y de gran prestancia personal no pudiendo pronunciar bien su nombre y apellido, lo españolizaron en Román Bográn. Al recién llegado le gustó la transformación de su nombre y apellido y así continuó llamándose en lo sucesivo. Pero para legalizar el Román Bográn, hizo éste solicitud que le fue aprobada, ante el Soberano Congreso Nacional, según nos dice el honorable Ingeniero don Francisco Bográn Leiva, que se lo refería a él su ilustre padre el eminente Médico don Francisco Bográn Barahona, ex presidente de Honduras.
Así se explica que el apellido Bográn sea netamente hondureño de manera que donde quiera que se encuentre, debe buscarse su origen aquí en nuestro país.
Saturnino Bográn
Estampas del Festival del Mango año 2009, fotografías Guillermo Arturo Cortés Chacón
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Otros descendientes del Coronel Romain Beaugrand. Además de Saturnino, pero ya con otra dama, también de gran distinción, llamada Ramona Plata, tuvo el señor Beaugrand varios hijos, entre ellos Nicolás Bográn, quien fue el padre de Marco Antonio Bográn, padre de doña Graciela, Elvira y el Doctor Napoleón Bográn. Otro de los hijos de don Nicolás fue don Samuel Bográn, padre del licenciado Samuel Bográn y hermanos.
Cantarranas, hoy San Juan de Flores, era una población de algún desarrollo social, cabecera del círculo de este nombre. En esta población vivió por algunos años el Señor Bográn, don Román, dedicado a negocios comerciales, según puede leerse en la carta de 1825, existente en el Archivo Nacional.
El Coronel Román Bográn fue un sincero y fervoroso partidario del mantenimiento de la Federación Centroamericana, habiendo acompañado a Morazán en sus primeras luchas. Este espíritu unionista lo heredaron su hijo Saturnino y su nieto el General Don Luis Bográn.
Tres hermanas, madres de tres presidentes.
El padre del Presidente D. Luis Bográn fue el Brigadier Don Saturnino Bográn Bonilla. Nació Don Saturnino, como ya dijimos, en la ciudad de Yuscarán, el 11 de febrero de 1811 y murió en la preciosa aldea de Pinalejo, perteneciente al municipio de Quimistán, Departamento de Santa Bárbara, el 18 de septiembre de 1869, cuando Don Luis Brográn contaba con 20 años de edad.
Doña Gertrudis y Doña Saturnina (así le llamaban cariñosamente) tuvieron otra hermana legítima: la señorita Isabel Barahona, quien casó con Don Desiderio de Paz y de este matrimonio nació el Ilustre médico y filántropo Miguel Paz Barahona, “El Padre de la Democracia” primo hermano y ahijado del general Luis Bográn.
Ciudadano Sobresaliente
Saturnino Bográn B. falleció de muerte natural en la bellísima aldea de Pinalejo, como ya dijimos.
Publicado en la Revista Yuscarán Ayer y Hoy, número 6 de mayo de 2013
Hector, excelente trabajo, eres un orgullo de ese pueblo.....
ResponderEliminarNesecitamos informacion si el señor Francisco Emilio Fortin fue alcalde en 1926
ResponderEliminarMi padre era hijo de Francisco Emilio Fortín y primo hermano de Montalvina Carcamo Fortín,le agradecere mucho por tan vsliosa informacíon,saludos Ing José A Fortín.
ResponderEliminarO que cargo publico desempeño en Yuscarán, el sr Francisco Emilio Fortín
ResponderEliminarO que cargo publico desempeño en Yuscarán, el sr Francisco Emilio Fortín
ResponderEliminarMi padre era hijo de Francisco Emilio Fortín y primo hermano de Montalvina Carcamo Fortín,le agradecere mucho por tan vsliosa informacíon,saludos Ing José A Fortín.
ResponderEliminarNesecitamos informacion si el señor Francisco Emilio Fortin fue alcalde en 1926
ResponderEliminarNO ENTIENDO PORQUE EN ESTE PAIS A LA BRAVA ARRUINAN LOS APELLIDOS. MI TATARABUELO MORAZZANI LE QUITARON LA I Y SU DESCENDENCIA SERRA HEMOS LUCHADO PORQUE NO NOS ALTEREN EL APELLIDO.
ResponderEliminarBuenas noches, me gustaría saber quien escribe este comentario, pues me gustaría saber más de los descendientes de mi abuelo Miguel Morazan.
EliminarPueden porfavor.. sacar algo sobre Juan Miguel Morazan (1777)y su desendencia. Tio del Procer patrio Francisco Morazan Quezada.. ya que yo desendiente directo (8tava Generacion) muchas Gracias!!
ResponderEliminarBuenas noches, quiero saber quien escribe este comentario, pues me gustaría saber más de los descendientes de mi abuelo Miguel Morazan.
EliminarSabe algo del General Carlos Sanabria
ResponderEliminarExcelente pagina, HECTOR RAMON, vale la pena promocionarla, esta super buena!!!
ResponderEliminarBuenos dias, necesito informacion del General Francisco Moncada, escribame a a mi correo consultapiti@gmail.com por favor
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