lunes, 1 de julio de 2013

Carl Ritter von Scherzer en Yuscarán

Por Lic. Hector Ramón Cortés
Carl Ritter von Schezer
 Yuscarán empezó a conocerse en el mundo gracias a la enorme riqueza de sus minas, también fue dada a conocer por muchos extranjeros en su trayecto hacia Tegucigalpa y otras partes del país pasaban por Yuscarán. Recuerde que Yuscarán era un punto obligado si se quería accesar de Nicaragua a Tegucigalpa. Muchos viajeros anotaron lo que miraban y luego publicaban sus apuntes en periódicos o libros. Uno de esos viajeros que hizo la travesía fue el ciudadano alemán Dr. Carl Ritter von Scherzer  quien viajó desde New Orleans vía Panamá, Nicaragua, Yuscarán y Tegucigalpa  y quien hizo este viaje en 1857,  publicó el libro “Viajes por los estados libres de Centroamérica: Nicaragua, Honduras y San Salvador”.
El Dr. Carl Scherzer, salió de New Orleáns a San Juan del Norte en Nicaragua, en barcos cargados de personas que se dirigían hacia California, a través del Istmo centroamericano; Mr. Carl tomó la dirección Norte en Nicaragua, cruzó éste país y se introdujo en Honduras.
A continuación les comparto un extracto de su libro, en el que narra la visita a Yuscarán del cual podemos obtener muchos datos valiosos sobre sus minas y tradiciones religiosas ya desaparecidas y que él pudo observar.

…. Después de cruzar la frontera desde Nicaragua, la primera Villa encontrada fue la de Alauca. Continuamos avanzando hasta cruzar el Río Grande y de allí hasta llegar a Yuscarán,  pueblito que se encuentra ubicado a cinco mil pies de altura; rodeado de coníferas y con una atmósfera agradable y placentera, con la velocidad que llevábamos, logramos arribar a las seis de la tarde, todo el ambiente climático y la vista se parece a la parte Occidental de Europa.

Yuscarán está ubicado al final de un valle angosto y de forma oblonga. La plaza del mercado parece ser la única en terreno plano ya que la mayoría de las casas parece que colgasen de la falda de la montaña. Con sus paredes blancas y con techos de teja, desde la distancia es una vista atractiva digna de una pintura.


El Volcán de Yuscarán como es llamado, además se encuentra rodeado de grandes montañas cuyas laderas son áridas. Yuscarán debe su fundación y su riqueza a los tesoros encontrados bajo la tierra y no a lo que se puede observar en su superficie, los cuales serían ideales para el cultivo del banano, caña de azúcar y palmeras.

Don Félix Serra, quien vino hace treinta años de Barcelona, nos recibió con las mejores atenciones en su casa. Los españoles puros son muy atentos con los extranjeros, más que con los nativos y uno se siente cómodo en sus casas, aunque proceda del lado opuesto del Continente Europeo.

Don Félix tiene una familia numerosa, sus hijos de piel blanca, pelo rubio y ojos azules, contrastan claramente con los nativos de piel oscura y pelo negro; está casado con una familiar del General Francisco Morazán. Es uno de los grandes mineros de la zona, sin embargo una esquina de su casa que colinda con el mercado, sirve para vender toda clase de mercaderías, que él y su esposa atienden. Sus simpatías políticas todavía las tiene arraigadas en Castilla, que es su país nativo y no está convencido que España no sea lo suficiente poderosa para recuperar  su poder en América.

Los constantes disturbios políticos y su relación cercana con el General Francisco Morazán, solamente le ha ocasionado grandes daños a su fortuna personal y está tratando de obtener legalmente cierta compensación del Gobierno actual de Honduras, por las pérdidas sustanciales de que fue objeto, cuando el partido de oposición estaba en el poder, sus bienes fueron saqueados, su casa destruida, etc. Totalizando sus pérdidas en más de cuarenta mil dólares. Ahora que su partido está en el poder, don Félix tiene alguna esperanza de recuperar algo, pero a la vez existen grandes dudas, ya que el gobierno es sujeto de muchos reclamos. De qué sirve dice Don Félix pertenecer a un partido político, sacrificar sus bienes y poner en peligro su vida, si este al llegar al poder, es incapaz de protegerlo a uno, contra una herida y compensarlo cuando ya lo han herido. Don Félix está pensando trasladarse a Granada, Nicaragua.

A mí me parece, que Don Félix no va a mejorar en nada solo con cambiar de lugar ya que muy pronto volvería a estar en las mismas circunstancias.
Algunos extranjeros radicados en este país, como franceses e ingleses han hecho reclamos similares al Gobierno los cuales han sido aceptados pero no pagados y esto se debe a la superioridad y a la aparición de barcos de guerra franceses e ingleses que se pasean por los puertos hondureños: no sería lo mismo para un infortunado alemán que no dispone de esos fenómenos de imposición, para apoyar sus pretensiones y que sus países apenas son representados, más que por uno u otro comerciante; no es de dudar entonces que la oportunidad de recuperar algo seria mucho menos que la de un nativo.

Yuscarán tiene cerca de seis mil habitantes en su mayoría negros y zambos quienes viven directa o indirectamente de la minería. El clima es extremadamente placentero y su temperatura según mis propias observaciones nunca baja más de 64º F ni sube más de 76º F esto significa una temperatura promedio de 70º F. en todo el año.


El día después de mi llegada era domingo y había celebración del Santo Patrono San José. Muy temprano en la mañana comenzó la procesión acompañada de música nativa, llevaban cargada la figura de madera de San José, completamente decorada y bajo la dirección del párroco, quien bajo un digno manto impartía órdenes de la manera de cómo conducir la procesión, sonaban campanitas, fuego de pólvora, etc; en su mayoría eran mujeres bien vestidas, con mantas finas rojas sobre sus cabezas. Yo había visto algo similar en Matagalpa, Nicaragua en la celebración de San Crispín y para mí no había ninguna diferencia con San José excepto en la vestimenta. El interior de la iglesia estaba completamente  decorado con papel de colores, varios colgantes, hojas de plátano y ramas de pino en abundancia, decorando la pared típicamente. Había un excelente coro bien entrenado y con buena música alegre, punto que me hace ver la influencia negra ya que ellos son más susceptibles a la música que los nativos. En la tarde se hizo una repetición exacta que en la mañana. Pienso que este tipo de ceremonias, su resultado final es la idolatría.

Al día siguiente: Don Félix, me acompaño a varias de las minas más prominentes de la localidad. No hay archivo de cuando estas minas se abrieron por primera vez, pero si se sabe que la fiebre de oro y la plata, atrajo a españoles y a otros, era imposible que esta fortuna de minerales permaneciera más tiempo oculta en el subsuelo de Yuscarán, actualmente parece que estas minas han sido trabajadas por siglos. Cinco minas están funcionando en los alrededores, mas varios huecos donde varios prosectores están probando su suerte, que en su gran mayoría obtienen más desilusiones que dólares. El año pasado los precios del mental eran tan bajos que apenas se logró para el transporte y el pago de los trabajadores; esto ha obligado a los especuladores a volver a las minas abandonadas, donde se cuentan historias maravillosas de los tesoros allí enterrados y pasados por alto: esto en lugar de abrir nuevas minas.

Mina El Malacate.
La más vieja en Yuscarán y que hace treinta años era la más productiva de plata en toda la Republica, hace siete años la adquirió una compañía la cual ya lleva invertidos más de treinta y cinco mil dólares. Ha penetrado 450 pies perpendiculares y 1800 pies horizontales y todavía no ha encontrado la veta madre. El trabajo ha sido reduro, todas las galerías subterráneas y pasajes han sido reconstruidos con innumerables trozos de madera de pino, roble y algo más que los nativos llaman chapero y frijolillo: cada troza de madera de 15 pies de largo y entregado a la boca de la mina, se paga a tres reales por pieza. La compañía continúa trabajando con ahincó, que aunque no ha sido recompensada por su perseverancia y con cerca de 100 empleados trabajando, solo ha logrado recuperar un par de miles de dólares. Cuenta además con un gran edificio, con excelente maquinaria que necesita ser empleada en toda su capacidad.

Mina del Santísimo Sacramento.
Es otra de las minas y es admirada no por su producción sino por la tenacidad y empeño de su propietario el irlandés Don Jorge Collier, quien lleva 16 años trabajándola y quien hasta hace poco cambió el sistema antiguo de tratar la broza: “El Pateo”, sistema en el cual más de la mitad del metal se queda en el desperdicio y no es de dudar que millones de dólares se han perdido a través de los siglos con este método, mas la insuficiencia de agua, hace que las máquinas no trabajen más de nueve meses. Durante los meses de enero a mayo todo el sistema se para por la falta del precioso líquido.

Jorge Issac Collier
La producción actual de Yuscarán se estima en 8 mil barras de plata o $72,000 dólares. Esta plata es llevada a Tegucigalpa o Granada en Nicaragua. La mayoría de la sal de mar que se necesita en las minas, que son más de 200 toneladas al año, es arreada desde las costas del Pacifico, a lomo de bestia, tardándose ocho días en promedio. Cada animal no puede llevar más de 250 libras, el precio de este producto puesto en la mina es de 1 Guinea.
Mr. Collier también está casado con una sobrina de un Ex presidente de Honduras. A pesar del manejo adecuado e introducción de varios planes económicos  para mejorar sus propiedades, el señor Collier confiesa que las minas están acabadas y que no existen los fondos y conocimientos prácticos para abrir nuevas y que la mayoría de los mineros apenas ganan dinero para subsistir.

Cundo fui a visitar a Mr. Collier en su casa, lo encontré enseñándole a su esposa el país y el lugar de donde yo provenía, en un gran  mapa de Europa que tenia colgado en la pared de su casa, tratando de explicarle a su sorprendida esposa las dificultades y la gran distancia del viaje. Creo que era la primera vez que la señora escuchaba de mi gran ciudad al lado del Rio Danubio, Viena. Además no se imaginaba como serían los habitantes de esos lados, pero pareció sorprenderse al ver a un simple mortal, ameno, con un enorme y hermoso bigote, sentado a su lado:  sin embargo el señor Collier sin conocer Viena, tenía mucho que decir del lugar y de su gente. De todo lo bueno que dijo ya lo he escuchado de otros y me da rabia que solo se hable de nuestras calles, edificios y nuestros postres (mehispeisen), ya que nosotros también tenemos grandes poetas, filósofos, políticos, artistas, animales grandes y pequeños, veranos e inviernos como los tienen los ingleses y los norteamericanos.

Mina Monserrat.
La tercera mina visitada en los alrededores de Yuscarán, fue la de Monserrat, que pertenece a un Alsacio llamado Shafer. Se encuentra en la zona más alta de todas las otras, situada en la falda de una gran montaña y acaba de comenzar sus trabajos después de haber estado parada por ocho años. Tiene más o menos una docena de trabajadores, pero hoy lunes que la visité no se encontraba ninguno ya que era lunes santo y es día festivo.

Jacob Schafer

Como lo ha expresado antes, la mayoría de los dueños de minas raramente llegan a ser ricos y muy pocos han logrado recuperar el dinero invertido: pero ésta pobre gente acostumbrada a tan desagradecida y no saludable ocupación en las entrañas de la tierra, no piensan de otra manera: yo les puedo asegurar que les iría mucho mejor económicamente y en salud en la superficie de la misma, ya que en las cercanías de Yuscarán hay tierras fértiles en abundancia que muy pronto devolverían y con creces lo invertido en ellas.


En estos lugares no hay
  ninguna manera de comunicarse con los Estados vecinos ni con nadie,: no hay ni correo y si uno necesita enviar algo personal o de negocios, debe hacerlo mediante mensajero privado y tarde un mes y costaría 4  libras esterlinas….
Al siguiente día muy temprano salimos para Tegucigalpa, a través de grandes montañas tan empinadas que a veces tuvimos que bajarnos de las bestias y continuar a pie. La vegetación consistía en su mayoría de coníferas, uno que otro árbol de roble y otros de hoja ancha. Al llegar a una elevación de 4 mil pies, encontré  un tipo de palmera entre los pinos de forma de abanico y que los nativos le llama Guayape. Anduvimos todo el día por esos parajes solitarios y no logramos  encontrar ningún ser humano y peor  ningún asaltante como se nos habían dicho que abundaban en estos parajes y que según M. A. Adolfo María de la Gaceta de Costa Rica “Los bandidos abundaban en estos caminos”.

En lo concerniente a Yuscarán, aquí termina el relato, el viaje sigue hasta llegar a Tegucigalpa. Don Félix  Serra fue el esposo de Manuela Morazán, hija de María Concepción Morazán hija de Juan Bautista Morazán y Ana Manuela del Castillo su tercera esposa, vivía en la que hoy es la casa de la familia Mondragón Cortés.
En otra oportunidad seguiremos compartiendo las historias de los extranjeros que han hecho historia en Yuscarán.

Publicado por en la Revista Yuscarán Ayer y Hoy, número 6 de mayo 2013
Fuente: Libro Extranjeros hacia Tegucigalpa (1857-1928), de Ramón Rosa Izaguirre. 
 

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