jueves, 7 de enero de 2016

La trajedia de Liberato Moncada

Por Oscar Wilfredo Lezama 

Lucila Gamero
Moncada
de Medina
La Famosa escritora danlidense doña Lucila Gamero Moncada de Medina, con regular frecuencia visitaba en Yuscarán a sus parientes Don Santiago Moncada y familia. Don Santiago distinguido personaje y dinámico comerciante de esta ciudad, dueño de la Casa que en la actualidad pertenece a los herederos de Don Luis Raudales ubicada en el lado suroeste de la iglesia Católica. Doña Lucila Gamero en sus estadías aquí se relacionaba con  la alta sociedad, de esa forma se informó del idilio apasionado entre el licenciado Liberato Moncada (para ese entonces) y la señorita Gregoria Córdova cariñosamente conocida como “Goyita”, ella miembro de la respetada familia Córdova Serra.

Este romance, resulto en un triángulo amoroso debido a que la familia Córdova no aceptaba al licenciado Moncada porque sus aspiraciones eran casar a Goyita con un extranjero, empresario o diplomático de los que residían en esta  Sultana de Oriente, por lo que a Don Liberato le hicieron la vida imposible, resultando al final que Goyita se quedó soltera  por un tiempo y el licenciado  Liberato Moncada se llenó de melancolía, sufrimiento que llevó hasta el día de su muerte. Para entonces se comentó que había muerto producto de una enfermedad infecto contagiosa, situación que llevó a su familia posteriormente a solicitar la exhumación del cadáver, hacerle el análisis correspondiente y demostrar que su muerte no se debió a enfermedad infecto contagiosa.
Hermanas Julia, Francisca y Goyita Córdova

En la Gaceta Oficial del 4 de mayo de 1892, se publica el acuerdo en que se autoriza a la madre de Don Liberato Moncada, la Señora Felipa G. de Moncada, practicar la exhumación de los restos de su hijo Licenciado Liberato Moncada, sepultado en el Cementerio de Yuscarán; considerando que ha transcurrido más del tiempo que señala la ley para que puedan hacerse las exhumaciones de restos humanos, para  comprobar que el referido Señor Moncada no murió de enfermedad contagiosa.
Paginas del Corazón 

Gregoria Córdova no logró casarse con el norteamericano y se quedó soltera un buen tiempo,  se casó el 26 de abril de 1904  con  Cornelio Moncada Rastrick hijo del doctor danlidense Cornelio Mocada difunto para ese tiempo y de doña Romilda Rastrick viuda de Moncada. Se trasladaron a vivir a Tegucigalpa donde el 11 de junio de 1905 nació su único hijo que murió joven sin dejar descendencia. Su hijo Cornelio Antonio Moncada Córdova se graduó de médico en Hamburgo, Alemania. En San Pedro Sula el año de 1934 el  joven médico se infectó tras extirpar un ántrax de nuca,  desarrollando septicemia estafilocócica, que en un mundo sin antibióticos ni sulfamidas, no hubo medio para salvarlo y le arrebato la vida en menos de una semana. El Sésamo de Puerto Cortés lleva su nombre recordando su memoria.


Esta historia sirvió para que la connotada escritora se inspirara y escribiera si no la primera, una de las primeras novelas de su notable producción “Paginas del Corazón”

En el libro “Cuentos Completos” de Lucila Gamero de Medina compilados por la escritora Carolina Alduvín, publicados por la editorial universitaria en el mes de agosto de 1997, en “Historia de un Amor”, nos encontramos con la protagonista Gabriela Cordero, quien correspondía el amor del joven Leopoldo Montero, contando a su vez con la aceptación de su padre don Marcelo Cordero. El lector podrá dilucidar que para nombrar los personajes de la vida real, casi siempre la novelista usaba seudónimos, teniendo el cuidado de valerse de sus letras iniciales tanto de sus nombres como apellidos: el joven enamorado tuvo el golpe fatal cuando recibió la carta concebida en estos términos:

Caballero: Entre usted y yo, no hay nada que nos ligue; al menos así lo creo y quiero. Le devuelvo el anillo que de usted conservaba, lo mismo que sus cartas; y espero que usted se sirva enviarme todo aquello que de mi procedencia tenga.
No trate de indagar el móvil que he tenido para adoptar esta resolución, pues no estoy dispuesta a dar a usted explicaciones de ninguna clase.  Olvide para siempre los lazos que en un tiempo nos ligaron; lazos que, ya no puedo desatarlos, los rompo, adiós! Gabriela Cordero.

La narrativa finaliza haciendo hincapié en los dictados del corazón, para no dejarse llevar por los impulsos del dinero o linaje.  La verdadera felicidad estriba en la comprensión que toda pareja conyugal desea perpetuar.

Doña Goyita Córdova fue de las últimas herederas de don Mónico Córdova  y la que vende al Estado de Honduras en 1947 la hermosa casa de La Familia Córdova que hoy ocupa la Policía Nacional, El Registro Nacional y parte de la Fábrica de Aguardiente Yuscarán en esta Sultana de Oriente. 

Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy"
Fuentes: Diario Oficial La Gaceta, Diario La Tribuna, colaboración especial de historiador danlidense  Dario Gonzalez. 

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