domingo, 2 de junio de 2013

Profesor Inocente Orellana


Nació en Esquipulas, Guatemala,  el día de los santos Inocentes, el 28 de diciembre de 1859.  Ya en la escuela pública tuvo como maestros a don Alfonso Mejía, hondureño, y a don Santiago Urbizo. En esa misma escuela estudiaba Pedro Nufio y José Inocente Orellana, sus eternos amigos y compañeros.

La humilde escuela del Maestro Santiago Urbizo en Chiquimula estaba destinada a dar dos ilustres maestros. Por sus meritos fueron becados, con muchas luchas y vicisitudes.  Inocente logró adquirir su título de Maestro de Instrucción Primaria, en febrero de 1882. Después de tres años de constante y penosa labor enfermó gravemente de viruelas, quedando imposibilitado y casi ciego.

Un año después, en 1885, recibió invitación de parte del señor profesor don Clemente Chavarría, que a la sazón dirigía el Colegio de la ciudad de Yuscarán, para que le ayudara como profesor del mismo establecimiento. Habiendo aceptado tal invitación, partió hacia Guatemala y en compañía del señor Chavarría marchó hacia Yuscarán, esto pasaba en 1886. En aquel tiempo la “Sultana de Oriente” estaba en el apogeo de su grandeza. Tenía gran movimiento por los trabajos de minas y se levantaban capitales fuertes. Con el apoyo decidido de la sociedad y con la magnífica dirección del señor Chavarría, el Colegio de Yuscarán llegó a sobreponerse a los demás de su índole que existían en el país.

                Nos cuenta el señor Orellana que en Yuscarán él pasaba encantado de la vida, a pesar de que trabajaba intensamente porque no sólo servía varias asignaturas en el colegio sino que también daba clases a domicilio.

                A la sombra protectora del Profesor Chavarría, que era un buen pedagogo, pudo aumentar con provecho don Inocente su experiencia en el magisterio.

                Por esta época tuvo la suerte el Colegio de contar, entre otros Profesores de verdadero mérito, a los distinguidos jurisconsultos guatemaltecos Licenciados don J. Vicente Martínez y don Vicente Saenz, que habían venido a nuestro país como emigrados de su patria, lo mismo que el Bachiller y Profesor don Víctor Chavarría, de mucha actividad y sólidos conocimientos, que más tarde, en el año de 1900, fundó en compañía del talentoso hondureño, Licdo. Don Francisco Argueta Vargas, el Colegio “El Porvenir”, de esta capital, que después estuvo dirigido y  regentado sucesivamente por los Licenciados don Esteban Guardiola y don Antonio R. Vallejo. Volvió a Yuscarán don Clemente, pero por asuntos de familia pronto regreso a su patria, por lo que fue nombrado Director en propiedad el Profesor Orellana, quien fundó al poco tiempo una escuela nocturna,  que fue de gran provecho para los jóvenes trabajadores pobres. De la mayor parte de los muchachos de su Colegio se acuerda don Inocente y con la satisfacción propia del Maestro que tenía conciencia de su labor, orgulloso de haber obtenido el mayor provecho de sus nobles afanes, trae a flor de labio los nombres de muchos de los que ahora son profesionales distinguidos, tales como los Licenciados don Marcos López Ponce, don Silverio Laínez, don Donato Fortín, don Jacinto R. Rivas y don Ricardo Pineda; Doctores don Noé Rivas y don José R. Durón; Profesores don Ramón y don Juan Raudales Portillo, don Juan Espinoza, don Manuel y don Ruperto Ordoñez, don Guillermo Cerna y don Sixto Pineda, Peritos Mercantiles don Manuel Izaguirre y don Luis Elvir. En 1889 contrajo matrimonio don Inocente con la distinguida señorita María Zavala. 

                Por dificultades económicas que por entonces se le presentaron, originadas por malquerencias políticas tuvo que renunciar de la Dirección del Colegio y elevar anclas hacia la ciudad de Guatemala, llevándose consigo a su esposa y a uno de sus discípulos más queridos, don Ramón Montoya C. destacado miembro del Magisterio Nacional.

Investigación y Recopilación Lic. Hector Ramón Cortés Cáceres.
Publicado en la Revista Yuscarán, Ayer y Hoy, Número 3, Febrero 2013




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