jueves, 7 de enero de 2016

El telégrafo en Yuscarán

Por Lic. Hector Rampon Cortés 


Antiguo local del Telegrafo en la calle La Ronda en Yuscarán
Fue inventado por Morse en 1843, consistiendo en un generador de corriente (pilas) la línea metálica, el manipulador y el receptor. Las pilas hidroeléctricas de “Daniel o Leclanché” las atendía el celador de línea, que se encargaba de renovar el sulfato de cobre y cambiar las piezas ya corroídas de bronce y zinc.

Por fin había llegado la fecha trascendente del 27 de agosto de 1876, cuando en el puerto de Amapala toma posesión el gobierno revolucionario del Dr. Marco Aurelio Soto; iniciador de la reforma del siglo XIX, logrando consolidar un periodo de libertades públicas, iniciando con este gobierno un fuerte impulso a desarrollar Honduras 

 Comayagua y La Paz tienen el privilegio de contar con la primera oficina telegráfica que operó en territorio hondureño. En 1877 se enlaza Comayagua con Tegucigalpa y el 18 de junio del citado año, se verifica la primera comunicación internacional entre Comayagua y El Salvador. En Yuscarán el Telégrafo inició sus funciones en 1881 como lo registra el diario Oficial La Gaceta del 10 de febrero de 1882, donde se muestra el Estado de Ingresos y Egresos habidos en las oficinas telegráficas en el mes de noviembre de 1881 en 46 ciudades a nivel nacional. En el departamento de El Paraíso ya cuentan con este servicio Guinope, Yuscarán, Danlí y El  Paraíso. En este orden se fueron dando los trabajos de instalación de la línea telegráfica y la inauguración de dicho servicio. El punto de entrada al departamento se daba por San Antonio de Oriente y de este hacia Guinope y luego a Yuscarán, de Yuscarán a Danlí pasando por Potrerillos y Jacaleapa, hasta El Paraíso de donde más tarde se derivó hacia Alauca y Nicaragua.
La Gaceta del 5 de marzo de 1881, nos muestra un informe de Gastos Mensuales de las Oficinas Telegráficas del Departamento de El Paraíso. La Oficina de Yuscarán cuenta con:  Un Telegrafista devengando 30 pesos mensuales, Un mensajero devengando 3 pesos mensuales, Dos celadores devengando 8 pesos cada uno, y un encargado del alambrado devengando 3 pesos al mes.


En 1879, se comunica con Guatemala y un mes más tarde con la república de Nicaragua, al año siguiente se une a la red la ciudad de San Pedro Sula. Por esa misma fecha se organiza la Dirección General de Telégrafos y la Escuela de Telegrafía, teniendo el objetivo de formar potencial humano, capaz de atender las exigencias del servicio telegráfico en las diferentes regiones del país.

En 1899 Fungía como Director General de Telégrafos don Hermógenes Nolasco. Cabe mencionar que en esa época se había establecido una oficina telegráfica en el puente de Potrerillos para servicio de sus transeúntes.

En esta ciudad de Yuscarán, el telégrafo estuvo ubicado en un edificio colonial que existía donde hoy está la oficina Postal y Hondutel, era el otro medio de comunicación que teníamos, la tarjeta para un telegrama costaba veinte centavos para un máximo de cinco palabras, si el texto llevaba más de esa cantidad, se cobraba cinco centavos por cada palabra a partir de la sexta.  Los telegramas oficiales tenían franquicia. Esta oficina laboraba las 24 horas del día, los telegrafistas se dividían en turnos igual  que los mensajeros, había también telegramas urgentes y si estos se recibían a media noche el mensajero tenía que ir a  entregarlos no  importando donde fuera.
Telégrafo (Museo Casa Fortí, Yuscarán)

El telegrama era el medio más común por ser mucho más rápido que una carta y porque por mucho tiempo la mayoría de los hondureños no tenían teléfono, lo que daba mucho trabajo a los telegrafistas que los transmitían a través del aparato mediante la clave Morse. Por eso también algunos autores les llamaban los esclavos de Morse. Los telegrafistas eran sujetos de mucha confianza por mantener la secretividad de lo que pasaba por su conocimiento.
José Junior Aguilar telegrafista durante muchos años en Yuscarán, quien donó un aparato Telegráfico a la casa de la cultura en el mes de agosto de este año 2013, nos relata que  durante la guerra entre Honduras y El Salvador en 1969, el telégrafo desempeño una función de primera, ya que no pudo ser interceptado por el enemigo y los telegrafistas que laboraban en la frontera con El Salvador huyeron hacia las montañas con su aparato telegráfico a transmitir las novedades al señor presidente de la República, Coronel Oswaldo López Arellano. En casa presidencial había una sala de telégrafo y el Señor Presidente, según cuentan, permanecía sentado al lado del telegrafista pendiente de recibir las informaciones. En esta guerra un telegrafista de Guascorán fue asesinado por el ejército salvadoreño. 

Quien le escribe, todavía recuerda cuando en los años 80s y 90s del siglo pasado, muchos telegramas dirigidos a la gente que vivía en las aldeas, además del nombre del destinatario, llevaban el nombre del recomendado, mi madre Doña Esmeralda Cáceres de Cortés era una de las que recibía decenas de telegramas diarios, estos recomendados para ser reenviados a la gente de las aldeas y mucha de la gente de las aldeas llegaba a su negocio a preguntar si le había llegado algún telegrama.

El telégrafo deja de tener un uso generalizado hasta 1997, donde se magnifica el uso del Telex y recibe su toque de gracia cuando en 1998 el huracán Mitch termina de derrumbar gran parte de la línea telegráfica y sus postes. 

Fuentes: Archivo de la Casa Fortín, Archivo Nacional de Honduras, Darío La Tribuna, Darío Oficial La Gaceta.

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