Por Oscar Wilfredo Lezama
La sección judicial de Yuscarán siempre ha tenido bajo
su jurisdicción once Juzgados de Paz, los correspondientes a los municipios de:
Liure, Soledad, Texiguat, Bavo Ancho, Guinope, San Lucas, San Antonio de
Flores, Yauyupe, Morocelí, Oropolí y Yuscarán.
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Nudo con que sujetaba a los reos cuando no existían aun las famosas chachas |
Los sumarios encoados en estos municipios venían para
su etapa plenaria al juzgado de letras de esta ciudad vía correo oficial;
obviamente los responsables o acusados eran traídos al centro penal (presidio)
de esta sección judicial.
La conducción de los reos era mediante el sistema
conocido como “Reos por cordillera”.
Necesario es explicar que todavía en la década de 1960 no eran muchas las
carreteras, tampoco abundaban los vehículos y los Juzgados de Paz, carecían de
presupuesto, por estas y otras razones, los reos eran conducidos a pie por
caminos reales en serranías y montañas, fuertemente custodiados por ciudadanos armados
de machetes, usaban no todos, pero si la mayoría sombreros “Liure” que eran de
copa alta y ala ancha que los protegía del calor y del sol, tanto a detenidos
como custodios era normal verlos calzados con caites y vestimenta humilde, en
algunos casos indígena.
Para entendernos mejor citamos
un ejemplo: Si el detenido venia con
procedencia del municipio de Liure, el juez de paz de este lugar elegía entre
sus habitantes una comisión integrada por hombres los que por obligatoriedad
debían aceptar el nombramiento sin sueldo alguno y con la obligación de
responder legalmente si había fuga del detenido, como dirían ahora
voluntariamente a la fuerza; lo conducían hasta Soledad, el día siguiente el
juez de paz de Soledad bajo el mismo procedimiento lo remitía a Texiguat y este
a San Lucas, de San Lucas a Guinope y de allí a Yuscarán.
Las comisiones se integraban
en número según el reo a conducir, si este no presentaba peligro de fuga, tres
o cuatro personas lo conducían. Si el reo era considerado peligroso el número
de custodios era mayor pues existía la posibilidad de que intentaran
rescatarlo. Al inicio de esta crónica dejamos expuesto que el recorrido era a
pie y las condiciones de los caminos que transitaban, adversas.
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Nudo doble para transportar reos por cordillera |
El último recorrido de los que venían por Guinope por el lado de Lavanderos se internaban en la montaña de El Volcán por el sector de La
Granadilla entre Bachan y La Cidra, bajando por el Ocotal hasta llegar a
Yuscarán, presentar al reo ante el juzgado de letras seccional y este lo remetía
al presidio, ya se pueden ustedes imaginar
lo que caminaban los adilitados como les llamaban en los pueblos al
verlos llegar. Los riesgos que podían presentarse en el trayecto, tanto por los
enemigos del reo o los parientes y amigos del mismo.
Hubo quienes en su tiempo
comentaran que en las comisiones procuraban integran personas que supieran
contrarrestar las supercherías que pudiera saber o hacer el reo.
No sé si para este tiempo
existían las esposas o chachas que usa la policía, pero las comisiones en
referencia utilizaban el famoso nudo del reo. Lo colocaban en el antebrazo del
detenido y un miembro de la comisión a prudente distancia sostenía el otro
extremo del lazo que en aquel tiempo era de mezcal, al reo no le convenía que
el lazo se templara porque eso equivalía a que el nudo socara más.
Nudo de gaza doble
para sujetar a los reos que eran trasladados a pie al juzgado de Yuscarán
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También existía el nudo de
gaza doble que se aplicaba a los reos considerados peligrosos, este consistía
en colocar al detenido con los brazos a la espalda y una gaza en cada
antebrazo. Cuentan que los reos que no ocasionaban problemas en el trayecto
gozaban de ciertas consideraciones de la comisión que podría ser aflojar la
gaza o quitársela por el camino y colocársela antes de entrar a los pueblos y
presentarlos al juez competente con las medidas de seguridad y la remisión
correspondiente. Pero también se dieron
casos de reos que llegaban con el antebrazo inflamado y hasta con laceraciones,
señales inequívocas de problemas en el camino.
Publicado en la Revista "Yuscarán, Ayer y Hoy" Número 8 de Agosto 2013
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